'El Conquistador' celebró la expulsión de los dos más odiados y dejó tiritando a uno de los equipos

Julian y Raquel, en 'El Conquistador'

Paula Hergar

El epidosio 8 de El Conquistador de TVE era uno de los más esperados tanto por algunos de los concursantes como para algunos espectadores ya que acabó con la expulsión de Finito y Keroseno. Los dos hermanos habían sido los más polémicos de la edición - con permiso de Polvillo- y su salida provocó tantas sonrisas como alguna lágrima.

No fueron los únicos en marcharse, también perdió el desafío Andrea que se había propuesto de forma voluntaria para jugarlo y acabó de la peor manera. Una triple despedida que deja al equipo Corocote mucho más debilitado que al Yokahu.

Prueba de inmunidad con un polémico aplastamiento

Cada semana, el reality sube el nivel de las pruebas de inmunidad y esta no fue una excepción. Para jugarlas, escogieron a los gemelos Yokahu y a Finito y Keroseno de los Corocote para meterlos en una bola gigante y conducirlos el resto de compañeros.

Estos últimos iban con los ojos vendados y debían seguir las indicaciones de los del interior de las pesadas estructuras. Unos artilugios que provocaron varios accidentes durante la prueba: como la caída y heridas en la cabeza de Puma (que acabó con puntos) o algunos aplastamientos. Lo que provocó una polémica porque según los Corocote los rivales aplastaron a Joana de forma consciente al grito de: “Me la pela, voy con todo”.

Finalmente, los Yokahu fueron los ganadores, se dirigieron al campamento rico, ante las quejas de sus enemigos que subrayaban su juego sucio.

El desafío “más duro hasta la fecha”

Los Corocote celebraron la primera asamblea para organizar un desafío entre ellos únicamente. En ella se les informó de que los Yokahu habían nominado a Loren e inmunizado a Naiara. Con dicha información, decidieron mandar a la última prueba a Keroseno y Finito por un lado, mientras que el capitán añadió a Andrea que se había propuesto de forma voluntaria.

Con los cuatro frente a Raquel Sánchez Silva y Julian Iantzi descubrieron que estaban ante el desafío “más duro hasta la fecha”. Debían recoger 4 banderines subiendo por una cuerda a un acantilado, bajando al agua y subiendo de nuevo. Hasta lograrlo sin perder ninguno de los premios.

El primero en lograrlo fue Loren que dejó al resto muy atrás. A Finito le era imposible trepar por la cuerda y Keroseno le intercambió el rol sin suerte: “Las de culo gordo somos de culo gordo y nos pesa”, concluyó ante la imposibilidad de continuar. Como Andrea que le fue imposible y rompió a llorar.

Por lo que los tres se convirtieron en los nuevos expulsados. Y los hermanos se marchaban cantando y alegres: “Lo hemos vivido todo muy intensamente, no nos veíamos ganadores por las pruebas de alta exigencia pero estamos contentos y la experiencia es lo que cuenta. No lo vamos a olvidar en la vida”.

Mientras en el campamento Corocote les criticaban: “Se les ha dado tantas oportunidades para que dejaran de decir tonterías, que nos dejaran disfrutar... Que no te alegrarías de que se fuesen pero si no vuelven que vuelen con su manera de pensar. Viven en un mundo paralelo”, sentenciaban.

Antes de marcharse, los dos aseguraban a los presentadores que sin ellos se iban a “aburrir porque hay muchos muermos... ”. Se lanzaron al agua y nadaron fuera del reality, mientras Raquel comentaba a Julian: “No se me va a olvidar esta imagen de los moñitos nadando”, refiriéndose al peinado de Keroseno.

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