La zona: una propuesta inteligente cocinada a fuego lento
Un reparto de lujo, dos creadores con un aclamado precedente a sus espaldas y una historia contada en un contexto nunca antes visto en nuestra televisión. Estos son, principalmente, los tres ejes sobre los que se ha levantado la expectación generada por ‘La zona’, que llega hoy a Movistar casi con la obligación de confirmar que la ficción española está en el mejor momento de su historia. Y sí, lo confirma.
La nueva serie de los hermanos Sánchez-Cabezudo (‘Crematorio’) nos lleva a Asturias, tres años después de que la central ficticia de Nogales fuese el epicentro de un accidente nuclear de consecuencias catastróficas.
Los trabajadores de la zona, así como las cincuenta primeras personas que fueron en su ayuda, murieron por los efectos de la radiación. Todas menos una, el inspector de policía Héctor Uría, interpretado por un sobresaliente Eduard Fernández. Su salvación fue un milagro a vista de todos. Pero donde los demás ven suerte, él ve una maldición. Se siente culpable por seguir vivo, y esa carga emocional le conduce a una profunda crisis personal. Tres años después del accidente decide volver al trabajo, el único lugar donde se encuentra cómodo.
Este clásico dibujo de policía atormentado lleva la mitad del peso de la serie. Lo hace en compañía de su inestable compañero en el cuerpo, Martín (Álvaro Cervantes), con el que tiene que investigar un cruento asesinato relacionado con el contrabando de materiales contaminados.
Una telaraña de tramas construida desde la calma
Un asesinato lleno de incógnitas que los hermanos Sánchez-Cabezudo no tienen ningún tipo de prisa por resolver. Y es que estamos ante un thriller policíaco cocinado a fuego lento. Su ritmo es pausado, sin apenas sobresaltos y con la calma suficiente para construir la compleja telaraña de tramas policiales, políticas y humanas que nos pretende contar.
Esto podrá echar para atrás a más de uno, pero no hay que ver ‘La zona’ como una serie al uso, sino más bien como una novela ficcionada. Cada capítulo parece no decir tanto por separado como sí aventura a hacerlo dentro del conjunto de ocho que componen esta primera temporada. Viajar a través de ellos y sus historias es lo que hace enriquecedora una serie que no es para impacientes. Tres de sus grandes protagonistas, Emma Suárez, Carlos Bardem y Juan Echanove, ni siquiera salen en estos dos primeros episodios.
'La zona' desprende la sensación de que sus creadores lo tienen todo controlado, con cada paso medido al milímetro. Se nota en la dirección y en el guion, que van de la mano en todo momento. La serie está dirigida de forma espléndida, con planos de bella factura pero sin anteponer la autocomplacencia a la narración. El libreto, por su parte, sabe dónde y cómo colocarte esos pequeños misterios que te llevarán a ver el próximo capítulo, aunque eso no evita que le sobre una capa de sentimentalismo y que los perfiles dibujados no generen sorpresa.
Una atmósfera gris en un mundo pegado a la actualidad
Estos ingredientes están aderezados, a su vez, con un reparto que cumple con su propósito, en especial Alexandra Jiménez, el tercer rostro en discordia de la serie. La actriz da vida a Julia, una médica encargada de controlar los niveles de radiación entre los empleados que trabajan en las obras de la central. Obsesionada con su trabajo, encontrará en Héctor a su mayor apoyo. Ambos se entienden y se necesitan para mantener la esperanza de que algún día recuperarán la felicidad.
No lo tendrán fácil. Nadie en ‘La zona’ desprende una mínima dosis de felicidad. Su atmósfera gris y deprimente acoge a unos personajes tocados por la tragedia, que a su manera luchan por encontrar su sitio en este nuevo mundo. Un mundo no muy distinto del actual, donde el ciudadano de a pie se lleva la peor parte de la crisis (nuclear en este caso) y el político de turno intenta tapar sus irresponsabilidades.
La única diferencia es que ‘La zona’ envuelve este universo dentro de un contexto post-apocalíptico. Es su punto más atrayente, pero el que menos explota. Queremos saber cómo fueron los instantes después del accidente, por qué Héctor sobrevivió, qué hay detrás de un asesinato con toques de canibalismo...Muchas preguntas y pocas respuestas. Otras series ya te hubieran dado alguna pista. 'La zona' no. Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo no tienen prisa. Yo por ver el próximo capítulo, sí.