¿Crees que no serías capaz de matar en TV? Derren Brown 'demuestra' que sí
Por Bárbara Mora
* ALERTA SPOILER: No sigas leyendo si no quieres saber qué pasó
Una vez más el mentalista Derren Brown ha dividido a la sociedad británica con su último “experimento”, Pushed to the Edge, con el que ha tratado de demostrar, para escándalo de unos y regocijo de otros, cómo un grupo o una autoridad puede influir en una persona hasta hacerle cometer actos terribles.
En el caso del programa de Channel 4 se trataba de ver si una persona “normal” podría terminar matando a alguien –dándole un empujón desde lo alto de un edificio- solo por seguir las indicaciones marcadas por un líder y su grupo.
Como si fuera un programa de Inocente, Inocente la “víctima” -en este caso un empresario de 29 años llamado Chris que había escrito meses atrás para participar en alguno de los proyectos de Derren Brown, pero al que se le dijo que no había sido aceptado-, fue llevada a donde se iba a desarrollar el experimento. Un edificio donde tendría lugar una subasta benéfica en beneficio de una nueva ONG. Allí Chris, invitado por el supuesto fundador de la organización, tendría la oportunidad de conocer gente y crear vínculos profesionales.
Pero la realidad era bien distinta. Chris acabó creyendo que el invitado y donador estrella de la velada, Bernie, había muerto de un ataque al corazón, lo que le llevó a terminar haciendo lo que el anfitrión del acto, la persona que le había invitado, le indicaba: desde esconder el cadáver en una caja para evitar que el evento se cancelara, hasta asumir la identidad del muerto –dando incluso un discurso ante los asistentes con la broma de cierre preparada por el propio finado.
Mientras todo esto iba ocurriendo, Derren Brown, desde un improvisado control de realización, indicaba los estados mentales que atravesaba Chris en cada momento, aunque era fácil adivinarlo al ver la angustia en la cara del muchacho.
Si algo quedó claro con el programa es que da igual los valores morales que tengas, si eres fácilmente influenciable, cualquier persona con algo de autoridad sobre ti (o cualquier grupo con el que te sientas identificado) terminará convenciéndote de que hagas cosas que nunca habrías imaginado hacer. Chris probablemente nunca antes hubiera mentido a un vegetariano sobre el contenido real de su comida –como hizo durante la noche– y con seguridad nunca antes hubiera dejado un supuesto cadáver tirado en las escaleras –cadáver fabricado por expertos en efectos especiales y de un realismo extraordinario–, ni hubiera recorrido de arriba abajo un edificio con un muerto con gafas de sol en una silla de ruedas.
Llegado a un punto la supuesta mujer de Bernie les informa de que el veterano sufre una dolencia que le causa un sueño profundo. Chris descubre en ese momento que Bernie no está muerto. Pero recordando junto a la directiva de la ONG todas las fechorías que habían hecho al supuesto cadáver deciden que han de matar a Bernie antes de que este les denuncie y envíe a la cárcel. Chris ha de ser el que, aprovechando que Bernie está fumándose un cigarro sentado en el filo de la terraza del edificio, lo empuje al vacío. Con Bernie muerto, nadie irá a la cárcel.
Chris sin embargo, decide no empujarlo. Y tras un “No voy a hacerlo. Lo siento”, decide irse. (Esta frase, por cierto, causó hilaridad en Twitter entre los propios ingleses. “No hay nada más británico que disculparse por no querer matar a alguien”, se leía en la red social).
Pero Chris por lo visto no fue la única ‘víctima’ de la escenificación de Derren Brown, según nos cuenta el programa otras tres personas pasaron por lo mismo y ellos tres SÍ empujaron desde lo alto del edificio al viejo Bernie.
Y aquí es cuando lo que hasta ese momento me había parecido un programa de entretenimiento excelente, se convirtió en una pantomima. Cuesta creer que tres sujetos despeñen a una persona desde la terraza de un edificio con la misma indiferencia que produciría tirar una colilla.
La moraleja final de la noche la da el propio Derren Brown, quien delante de imágenes del Estado Islámico, de guerras y de violencia callejera, nos recuerda que todos estamos expuestos a la manipulación psicológica en nuestro día a día, por lo que debemos estar atentos y no dejarnos llevar. No debemos nunca empujar a Bernie.
Pushed to the Edge (Channel 4) fue visto por 942.000 espectadores (4.5%), igualando la media del canal.
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