Tras los escasos logros obtenidos hasta la fecha, el mercado de la TV interactiva comienza a despegar de forma continua y segura, según un estudio realizado por In-Stat/MDR. El cambio se debe fundamentalmente a la introducción de dos servicios interactivos: las guías de programación electrónicas y, sobre todo, el vídeo a la carta. Desde su aparición, el número de suscriptores ha aumentado notablemente y se estima que siga creciendo aún más. Con sólo presionar un botón, el vídeo a la carta (video-on-demand, VOD) permite a los espectadores seleccionar una película entre una amplia gama de géneros y temas específicos, así como conciertos, documentales y series de TV. Además, realiza todas las funciones de un vídeo convencional, mediante el sistema de grabación y visionado digital (digital video recording, DVR). Rogers Cable, una de las redes más avanzadas de Norteamérica, permite la comunicación de doble dirección y ofrece múltiples servicios interactivos a sus usuarios, tales como el acceso a Internet de alta velocidad, la TV de alta definición (high definition TV, HDTV) y, ahora, el vídeo a la carta. El número de hogares que utilizan este servicio llegó a 1,3 millones el año pasado en Estados Unidos, y se calcula que en 2005 ascenderán a 33 millones. Según John Tory, presidente de Rogers Cable, “el vídeo a la carta es probablemente el avance más importante de la TV desde la introducción de la TV en color”. En Europa, aunque la penetración del vídeo a la carta es todavía baja, se espera que el mercado crezca con mayor rapidez que en el resto del mundo. Por orden de share sobre el total de hogares con este servicio en la UE destacan: Reino Unido (46%); Alemania (15%); Países Bajos y Francia (11%); Italia y Noruega (6%); y, por último, España (5%). Además, se estima que, para 2005, la penetración en los países del Pacífico será la siguiente: en Hong Kong, un 41%; en Singapur, un 30%; en China, un 16%; en Australia, un 9%; y en Japón y Corea, un 2%.