“Gran Hermano” gana por goleada a “El Bus” y se impone otra vez como el formato de más éxito del 2001 (II)
¿Es un éxito del género, o un éxito específico de GH? Parece claro lo segundo. La final de El Bus, el programa de Endemol por el que apostó Antena 3, está lejos de estas marcas. La final de este producto, la gala más competitiva y vista de El Bus, tuvo 4.372.000 espectadores y un 35,6 por ciento de share, prácticamente la mitad de televidentes, a pesar que Sonia se llevó cincuenta millones de pesetas, treinta más que la ganadora de GH, Sabrina. La media del programa fue mucho más discreta y nunca alcanzó el apoteósico final del primer Gran Hermano, que obtuvo el 70 por ciento de audiencia, aunque 200.000 espectadores menos que la final de este año. Supervivientes, el tercer exponente del género, quedó por debajo de estos dos programas, y en su programa final cosechó un 28,7 por ciento de share y 4.265.000 espectadores, 107.000 menos que la Gala final de El Bus. Canarios, vascos, andaluces y madrileños, los más forofos de estos concursos Veamos algunos datos para la sociología. Gran Hermano recoge muchos de los ingredientes de las telenovelas: amores y desamores, cotilleos y peleas, luchas de poder, traiciones...como la vida misma. Los canarios, grandes seguidores de culebrones, son los más entregados a GH, con un seguimiento de más del 45 por ciento, seguidos de vascos, con un 44 por ciento y madrileños con un 43 por ciento. Los andaluces tampoco se quedan lejos, ya que un 42 por ciento de los televidentes del sur se apuntan a la moda GH. Gran Hermano es seguido masivamente por las mujeres, con un 46 por ciento, a distancia de los hombres, que le prestan una atención en un 34 por ciento. En lo que se refiere a edades, son los adolescentes y jóvenes, de 13 a 24 años, los que se apuntan a un bombardeo, ya que casi el 60 por ciento de los espectadores de esta edad han seguido el programa. Sorprende que en la franja de edades sean los niños de 4 a 12 años los que están fascinados por el fenómeno, con un seguimiento de un 49 por ciento. A continuación los adultos de 25 a 44 años lo apoyan con 45 por ciento de seguimiento, lejos ya de los mayores de 45 años. El Gran Hermano
En fin, que los agoreros que han hablado de la agonía del “hermanismo” se van a quedar con las ganas. Con estas audiencias, tenemos Gran Hermano para rato. Los espectaculares resultados de público y los no menos impresionantes datos comerciales aseguran que a este programa le queda aún cuerda para rato. De momento, la competencia respira aliviada y empieza la cuenta atrás esperando una batalla, no menos cruenta, para la primavera del 2002.
