Lazarov rechazó la presidencia de Tele 5 que le ofreció Berlusconi al ser cesado como director
Valerio Lazarov rechazó la oferta que le hizo el magnate italiano Silvio Berlusconi de ocupar la presidencia de Telecinco como salida al cese del productor de origen rumano de la dirección general de la cadena privada en 1994, cargo que ocupaba desde la creación de la misma cinco años antes. El motivo fue no “sacrificar” al entonces presidente, Miguel Durán, que acababa de dejar la presidencia de la ONCE, otro de los accionistas de referencia de la cadena en aquel momento. En su biografía 'Valerio Lazarov: Una biografía con zoom' (Espejo de tinta), que se presentará el próximo día 6 en Madrid y de la que es autor Alvaro Santamarina, se describe el éxito de Lazarov con Telecinco en sus primeros años, y una fase posterior que denomina 'La guerra de los talonarios', que --según el libro-- desencadenó Antena 3 para arrebatar a Telecinco sus estrellas. El autor relata cómo Lazarov, hoy al frente de la productoa Prime-Time, intentó persuadir sin conseguirlo al entonces presidente de la cadena rival, Antonio Asensio, de evitar una guerra de fichajes, que sólo podía llevar a “perjuicios recíprocos”.
En el contexto de la marcha a Antena 3 de numerosos artistas, realizadores y productores, con el colofón de Emilio Aragón con un contrato “cuyas cifras parecían absolutamente impensables en el mundo de la televisión”, y de la “sangría económica” de la cadena, el libro afirma que altos ejecutivos del grupo Fininvest --holding del entonces y ahora primer accionista de Telecinco, Mediaset-- presionaban a Berlusconi para “liberar” a Lazarov de la dirección general de Telecinco.
“Berlusconi se resiste, pero el hecho es que a Madrid llegan unos auditores italianos a revisar cuentas y nóminas. Puestos en contacto, --explica Santamarina-- Berlusconi explica a Valerio que la cadena pierde no sólo audiencia, sino dinero (Lazarov intenta convencerle de que una cosa lleva a la otra) y que lo mejor es dejar la gestión a otra persona”.
En este punto, Lazarov no acepta la solución, y “Berlusconi le ofrece la presidencia, pero Lazarov la rechaza: Yo no puedo ni debo sacrificar a Miguel Durán”. Lazarov, que como resultado cesa en la dirección general aunque seguirá por algún tiempo como consejero, explica que Miguel Durán argumentó que Durán acababa de abandonar la presidencia de la ONCE y que además está atravesando el dolor por la reciente muerte de sus padres. Admira de Durán no sólo su capacidad demostrada al frente de la ONCE, sino su sentido del humor que le lleva a participar en el programa de la cadena 'Este país necesita un repaso'.
Sobre Carlotti Respecto a su sucesor, Mauirizo Carlotti, en la actualidad consejero delegado de Antena 3, la biografía habla de “lógica cierta frialdad” en el traspaso de poderes, y sobre la reacción en la sede de la cadena relata que las “muestras de cariño hacía Lazarov hacen que no pueda contener su emoción”. Santamarina describe cómo Lazarov presenció sin hacer comentarios en las semanas posteriores “el desmantelamiento de su 'ex cadena'”, despidos, auditorías y Carlotti recurriendo a “programas ideados por Lazarov para sostener una audiencia que se le escapa vertiginosamente”. “A fuerza de reposiciones --añade el autor-- la nueva Telecinco trata de resistir. Ha renunciado a la producción propia, entre otras razones porque no tiene quien produzca con la creatividad requerida (...). Y Telecinco recurre a la ayuda de las productoras independientes. En otras palabras, la nueva política hace precisamente lo que Lazarov no quiso aceptar: la guerra del talonario”.
El libro describe también la “sincera amistad” entre Lazarov y Berlusconi, que se fragua durante los nueve años (1980-1989) en que Lazarov ocupó en Italia la responsabilidad de producción de las tres cadenas de televisión de Fininvest. También explica que rechazó nacionalizarse italiano, porque España fue el país que le acogió.