Martín Rivas: “Mis referentes son Javier Cámara y Luis Merlo”
Es considerado uno de los actores más atractivos de la pequeña pantalla. A sus 23 años, el gallego Martín Rivas es ya un ídolo entre adolescentes y las no tan jóvenes. Su papel de Marcos en 'El Internado' le ha valido para ser más popular, pero él ya actuaba desde hacía años en la televisión de Galicia.
Además, ha tenido la oportunidad de trabajar en la película 'Los girasoles ciegos', seleccionada para representar a España en la carrera a los Óscar, al lado de Maribel Verdú y Javier Cámara, al que admira.
Junto a todo ello, acaba de retomar sus estudios de Comunicación Audiovisual y espera que “los profesores tengan un poco de compasión, porque tengo que hacerla a distancia”.
Le encantaría escribir como su padre, el periodista y novelista Manuel Rivas, aunque asegura que “de momento estoy centrado en la serie”. Echa de menos su tierra y su gente pero, finalmente, y aunque ha sido duro, ha encontrado su hueco en Madrid.
¿Cómo van a ir las cosas entre Marcos, Paula y su madre?
Los padres de Marcos están supuestamente muertos, o eso es lo que a él le han hecho creer. A medida que se van sucediendo los capítulos en esta temporada, se va a empezar a cuestionar si realmente están muertos por ciertas pruebas que se van encontrando. Dudará tanto él como al grupo porque Paula insiste en que ha visto a su madre...
¿Y de amores?
Mi personaje ha tenido una trama amorosa con Amelia y ha abandonado el internado. Puede que vuelva y, cuando lo haga, las reglas del juego hayan cambiado un poco.
De los proyectos que ha hecho, ¿cuál le produce más orgullo?
Algún capítulo de 'El Internado' y la película 'Los girasoles ciegos', que ha sido una experiencia muy bonita que, igual, no supe valorar en su momento. Sin embargo, ahora, a raíz del estreno y ver a todo el mundo en el cine y verte en la pantalla, te ayuda a ver cosas.
Además, 'Los girasoles ciegos' ha sido elegida para representar a España en los Óscar...
Es difícil que lleguemos al final porque pasar un último filtro de noventa y cinco películas.
¿Coincide con el director, José Luis Cuerda, en que si la película sale elegida, al tratar de la posguerra española, allí se mire desde otro prisma?
Puede ser que establezcan algún tipo de vínculos respecto a la situación que están viviendo ahora mismo ellos. Lo que pasa es que también es un alegato, no contra la iglesia católica, pero sí contra ciertas decisiones equivocadas que se ha adoptado desde esa iglesia. Quizás en este aspecto puedan mostrarse más reticentes, porque esos temas suelen ir de puntillas a la hora de tocarlos.
Si tuviera que convencer a los académicos, ¿qué les diría?
Creo que es un guión muy sólido, cuenta una historia muy humana y que es fácil sentirse identificado con todas las penurias que sufre esta familia. A nivel de actores, hay un trabajo muy interesante y, sobre todo, es una película muy honesta. Yo la he visto cinco veces ya y la última ha sido la que más me ha gustado, creo que precisamente porque no tiene trampas, ni trucos y cuanto más la ves, más te gusta.
Y los capítulos de 'El Internado', ¿también los ve?
Eso me cuesta más. Lo bueno del cine es que, cuando llega la hora de ver la película, ha transcurrido un año desde el momento en el que se rodó, y ese distanciamiento de tiempo te ayuda a no ser tan duro contigo mismo.
Cuando interpreta, ¿se fija en actores que sean una referencia para usted?
En muchos. Me encanta Javier Cámara, creo que es un genio, Luis Merlo es otro maestro, Eduard Fernandez, Luis Tosar, Raúl Arévalo...
Y si no fuese actor, ¿qué le hubiera gustado ser?
Tengo una foto que me encanta, que es de un hombre que está en una playa en Brasil montando en un burro cargado de cocos y el hombre los vende... A veces me gustaría ser ese hombre.
¿Ha retomado de nuevo la carrera de Comunicación Audiovisual?
El viernes eché la matrícula del último cuatrimestre del último año. Espero que los profesores tengan un poco de compasión porque tengo que hacerla a distancia.
¿Y hacia dónde le gustaría enfocar estos estudios?
Hacia guión y realización.
¿Le gustaría escribir, siguiendo así los pasos de su padre?
Me encantaría, pero de momento estoy centrado en esto porque cuando quieres abarcar demasiadas cosas, acabas por no hacer nada bien.
¿Y qué supone para usted la facultad?
Más que nada es una criba para saber quien tiene un espíritu de sacrificio para entrar luego en el mundo laboral. Si has conseguido un título universitario, es porque eres una persona seria.
¿Echa algo de menos de su vida de antes de que fuera tan popular?
Sí, sobre todo el no sentirte tan observado, que la gente no te juzgue de antemano sin conocerte, en ese sentido, era más cómodo el día a día. Pero procuro no pensar en eso.
¿Cambia usted o cambia la gente que le rodea?
Sobre todo cambia la forma en la que te mira la gente y tú, inevitablemente, también, pero creo que es espíritu de supevivencia, al cambiar las reglas del juego, tienes que adaptarte a ellas. Tú dices que eres el mismo, que no has cambiado, pero aunque tus principios sean los mismos, en el modo de actuar, sí que has cambiado. Y el día a día cambia inevitablemente, es la manera de protegerte.
¿Es más feliz?
Sí, es posible. Es que no es fácil adaptarte, cuando llegué aquí me cambió la vida por completo y del día a la mañana..., dejas a tu familia, los estudios, entras en la vida laboral, con la cual había tenido alguna experiencia pero siempre estaba en un segundo plano porque a lo que estaba enfocado era a los estudios. Te cambia la vida de golpe, tienes que adaptarte a una nueva ciudad. Hasta que te haces un hueco hay momentos en los que es duro todo esto.