El próximo martes 27 de mayo a las 00.15 horas, a la conclusión del programa de Andreu Buenafuente, Una altra cosa, TV3 estrena Los Osbourne, original reality show tipo Gran Hermano que se mete de lleno en la casa de una estrella de rock para grabar su vida y la de su estrambótica familia. La autonómica catalana ha adquirido los 20 episodios de su primera temporada y emitirá uno -de media hora de duración- cada martes en su franja de late night. El ex cantante de Black Sabbath, Ozzy Osbourne, es el protagonista indiscutible de este programa que en nuestro país fue emitido por MTV España (Canal Satélite, Vía Digital) al inicio del curso actual. En EE.UU., la primera entrega de la serie, emitida durante la temporada pasada, se convirtió en un auténtico fenómeno mediático otorgándole a la cadena musical su mayor éxito de audiencia de la historia. La segunda entrega, emitida en EE.UU. a principios de este invierno, consiguió buenos registros aunque sin llegar a los de la primera. Transilvánicos y demacrados, los Osbourne no encajan precisamente con la imagen del sueño americano. Ozzy, británico de 53 años, nunca va a un gimnasio, aunque hace ejercicio con el mando a distancia y su bull-dog. Sus dos hijos menores, Kelly y Jack (la mayor se mudó de la casa durante los cuatro meses de rodaje) andan a tortas por los pasillos de una mansión con ornamentación gótico-barroca. Sharon, su mujer y representante, es una antigua rockera que viste en pijama, “jefa” de una casa donde puede faltar cualquier cosa menos cerveza. Ozzy, que se autobautizó como “El príncipe de las tinieblas”, es un padre comprensivo y algo pasota. Ahora, las responsabilidades paternales obligan y el ex cantante de heavy metal, que en la década de los años 80 la emprendía a mordiscos con los murciélagos y esnifaba columnas de hormigas en los escenarios, ahora pide a sus hijos que ni beban ni fumen cigarrillos cuando salen, y se está pensando prohibir el consumo de marihuana en su hogar. Posible montaje En el estreno de su segunda temporada, Los Osbournes se vieron envueltos en una agria polémica sobre un supuesto montaje de varias situaciones ocurridas dentro de la casa. Acusaciones que procedieron de dos de los hijos del rockero, estrellas del propio espacio televisivo, quienes declararon que algunas de las escenas estaban preparadas por los productores de la MTV para darle un mayor toque dramático a la serie. En particular, un momento en el que los padres echaban una reprimenda a sus hijos, y a la que éstos se referirieron como “la más falsa del mundo”. En su réplica, representantes de Ozzy y de la cadena señalaron que el programa no emitía nada que no sea real. Aseguraron que difícilmente puede amañarse algo con esta clase de familia tan especial.