TVE paraliza el rodaje de la serie de Arturo Fernández
La nueva comedia protagonizada por Arturo Fernández, “Como el perro y el gato”, ha detenido su rodaje en el cuarto episodio, según informa hoy El País.
Estrenada el pasado 24 de mayo, jueves, la serie producida por Valerio Lazarov no atrajo en su primer episodio a más de 2.548.000 espectadores (14.2% de cuota), siendo ampliamente superada por “El Internado” (25.3% y 4.6 millones) de Antena 3.
La cadena pública resolvió trasladarla a los sábados, pero allí ha seguido su caída en picado: sólo 1.220.000 personas la vieron la semana pasada en su nueva ubicación (9.5%). TVE y los productores se reunirán estos días para negociar la continuidad de la serie.
Un vividor y un fraile
Luis Valdemar (Arturo Fernández) llega a Madrid después de más de 40 años desaparecido en América Latina. Su familia le daba por muerto. Durante su ausencia, su hermano Arturo se ha metido a fraile y ahora busca la paz y la tranquilidad en el convento de la Santa Orden de los Suspirantes, donde le conocen como Fray Pelayo.
Hace más de 40 años, Luis (Arturo Fernández) partió hacia las Américas harto de enfrentarse con su hermano gemelo, Arturo (también interpretado por Arturo Fernández), que era el favorito de su padre. Arturo no puede perdonarle a Luis que, cuando tenían 20 años, le quitara la novia, el amor de su vida, Elvira. Sin embargo, Arturo se tomó su revancha: falsificó una serie de cheques y los cobró usando el carné de identidad de su hermano. El padre deshereda a Luis y él se marcha.
Luis regresa a España , lleno de nostalgia, y porque ha timado a unos atracadores colombianos que le confiaron la venta de un lote de esmeraldas robadas. Con el dinero logrado así regresa y conoce ¡por fin! a su cuñada Lola (Silvia Tortosa) -viuda de su otro hermano-; a la hermana de Lola, Natalia (Alejandra Torray); a la que fue nani de ambas, la tremenda Flora (Vicky Lagos); a los dos hijos adolescentes de Natalia, Chus (Nuria Herrero) y Santi (Luisber Santiago); y a una sorprendente pandilla de marginales encabezada por el marido de Natalia, Miguel (Balbino Lacosta) -un arquitecto fracasado-, que se dedican a vender relojes falsos en discotecas baratas y en el Metro.
Su gemelo, Arturo, lleva cuatro años de fraile de clausura de la Santa Orden de los Suspirantes. Luis lo sabe y es uno de los motivos por los que vuelve: la desaparición de ese permanente competidor para ejercer como “jefe” de la familia. Luis no sabe que las mujeres han cambiado mucho en España desde que él se fue y que las de hoy ya no admiten “jefes”… Lo confirmará cuando conozca a Patricia, una agente inmobiliaria cuya ayuda pide para materializar sus planes de “instalación” en Madrid.
Las cuentas pendientes entre los dos y las reglas de juego para convivir en la misma ciudad se “pactan” en un terrible cara a cara que tienen Fray Pelayo y Luis cuando este último se cuela en el convento haciéndose pasar por su hermano.