La actriz Victoria Vera ha recordado en el programa Y ahora Sonsoles (Antena 3) el histórico desnudo que protagonizó hace medio siglo para desafiar a la censura franquista. Corría el año 1975 y España todavía estaba sumida en la censura franquista. De ahí que Victoria y sus compañeros de la obra de teatro ¿Por qué corres, Ulises?, escrita por Antonio Gala y dirigida por Mario Camus, tuvieran que hacer un ensayo delante de un censor el día antes del estreno.
Según cuenta Vera, el censor se sentó al fondo y vio tranquilamente la obra hasta su final, cuando se acercó al escenario para trasladar una única directriz: “A la niña que la pongan un imperdible porque se le sale el pecho todo el rato”. Aquella “niña” era la propia Vera, a la que al día siguiente le dieron un imperdible para seguir la orden del censor. Sin embargo, ella no lo tenía claro, así que preguntó entre bambalinas a Antonio Gala qué debía hacer, si ponerse el imperdible o dejar su pecho al aire y mantenerse fiel al espíritu liberal que reinaba entre el equipo de la obra. “Haz lo que te dé la gana”, respondió el mítico escritor.
Así pues, el telón se levantó y Vera tomó una decisión con el susodicho imperdible: “Me lo quité y lo lancé al aire, entre otras cosas, porque me daba miedo pincharme”. De esta manera se produjo el primer desnudo teatral del franquismo. Un momento histórico que Victoria Vera protagonizó solo un mes antes de la muerte de Franco, de ahí que en el ambiente se respirara cierto aire de cambio. “Ahí empezó todo. Ví que el público no dijo nada. No hubo ni una sola palabra que pudiera ser molesta. Al contrario, aplaudió. Fue maravilloso, una sensación de que aquello estaba empezando a cambiar”, cuenta al respecto la propia intérprete, que desde aquel momento se convirtió definitivamente en una de las grandes musas de la Transición.
Eso sí, su acción también tuvo consecuencias, pues aunque el final del franquismo estaba cerca, aún no se había producido y había quien consideraba su discurso todo un escándalo. “Después de aquello me mandaron varias cartas con explosivos, que afortunadamente no abrí porque teníamos un portero en la zona de artistas, vio que el sobre se movía, se asustó y llamó a la policía. Luego nos metieron dos bombas dentro del escenario. Tuvimos que parar la función porque de repente aparecieron unos policías corriendo por los pasillos”, asegura la actriz, que en los años siguientes no paró de trabajar, hasta el punto de que no tuvo tiempo “de pensar ni de analizar” la importancia que su gesto tuvo en aquella época.