Los de “7 vidas” se van de gira teatral
Se conocieron hace dos años, se hicieron muy amigos y, como a los cuatro les encanta lo mismo, han decido por fin llevar a cabo su deseada “empresa”. Cuatro intérpretes de la serie de Telecinco 7 Vidas se han embarcado juntos en una aventura teatral que promete. Blanca Portillo y Gonzalo de Castro, Javier Cámara y Pau Durá -los dos primeros todavía supervivientes en la sitcom, los dos últimos antiguos compañeros de reparto- producen y protagonizan Como en las mejores familias, una “comedia agridulce, muy humana y actual, no moderna” -reza el eslogan- basada en el texto escrito por Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri La obra, que ha sido todo un éxito teatral en Francia y luego fue llevada al cine por el mismo equipo de actores -obtuvo tres premios Molière y otros tres César-, comprende una gira de un año por los mejores teatros de España que culminará con tres meses en el Teatro Marquina de Madrid y un mes en el Romea de Barcelona. Un proyecto con deseo de continuidad que tiene previstas unas 70 funciones hasta el próximo mes de abril. Portillo, Castro, Cámara y Durá quieren dejar claro que esta obra no tiene nada que ver con 7 Vidas y que, con ella, tampoco tratan de aprovechar la fama que les ha dado la televisión sino, simplemente, hacer lo que más les gusta en la vida: interpretar. Han invertido además su dinero en este proyecto teatral, un medio al que consideran el más arriesgado y difícil para un actor. Dirigida por Manuel Dueso, la obra cuenta también con la participación de las actrices Julieta Serrano y Nathalie Poza. Por su parte, Blanca Portillo y Gonzalo de Castro compaginarán su trabajo en Como en las mejores familias con el de 7 Vidas. La serie producida por Globomedia, que tras nueve temporadas consecutivas en antena alcanzó este año su mayor gloria de audiencias, comenzará a grabar en noviembre una nueva tanda de 13 episodios que, suponemos, esta vez Telecinco no tardará mucho en estrenar. Como en las mejores familias se sitúa en una pequeña ciudad del interior, una de tantas, donde los miembros de una familia se reúnen para cenar como todos los viernes. Ahí muestran sus pequeñas rencillas, su mezquindad, sus temores, su soledad. Con unos diálogos llenos de humor y mala intención, entre sonrisas y continuas carcajadas, van revelando toda su humanidad, su frustración, y su necesidad de seguir aparentando que son algo parecido a lo que un día soñaron ser.