Vuelco en el 'caso Yuyee': despedido por corrupción el juez que condenó a la mujer de Frank Cuesta
Una importante vuelco en el caso de Yuyee ha renovado las esperanzas de Frank Cuesta y su familia. El conductor de Wild Frank en Discovery Max ha compartido, a través de las redes sociales, una noticia que explicaba que cuatro jueces tailandeses han sido despedidos por corrupción, siendo uno de ellos el que juzgó a su mujer.
El link conduce a un artículo de opinión firmado por el periodista Veera Prateepchaikul, ex editor del medio tailandés Bangkok Post, en el que desgrana lo que califica como “el mayor escándalo en la historia del sistema judicial tailandés”.
Recordemos que Frank Cuesta, a pesar de reconocer que está separado de Yuye, defiende a la madre de sus hijos explicando que la cantidad de cocaína que se le incautó era muy inferior a por la que después la condenadorn, lo que supuso un brutal aumento de la pena, hasta llegar a los 10 años de cárcel.
A continuación reproducimos el texto del atículo íntegramente, traducido por el blog 'El mundo es muy sorprendente':
“El mayor escándalo en la historia del sistema judicial tailandés”
Se ha descrito como el mayor escándalo en la historia del sistema judicial tailandés. Cuatro jueces de alto nivel, entre ellos un ex vice-presidente de la Corte Suprema y ex presidente de la Corte de Apelaciones, han sido despedidos por el comité judicial, acusados de graves violaciones disciplinarias.
Otros tres jueces de los tribunales de Apelaciones y Suprema fueron puestos bajo libertad condicional y sus salarios congelados sin ninguna posibilidad de aumento de sueldo por un tiempo.
Esta historia, que aparece en el “Mensaje Diario en Línea” ha alcanzado más de 85.000 visitas y 12.500 acciones en sólo dos días desde su publicación el Viernes. Es una de las 10 principales historias de noticias en línea de la semana. No ha habido comentarios, sin embargo, lo que era de esperar.
Siete jueces declarados culpables, y cuatro de ellos despedidos
Según la agencia de noticias Isra, los siete jueces superiores fueron declarados culpables por el comité judicial de violar las normas respecto a la fianza de acusados de violación y tráfico de drogas. El comité judicial no nombró a los 7 jueces, pero la agencia de noticias Isra logró averiguar quiénes son, en particular los cuatro despedidos. Dos de ellos han sido privados de sus pensiones.
La agencia de noticias Isra informó que Ong-art Rojanasupot, un juez superior de la Corte Suprema y el ex vice-presidente de la Corte Suprema, y Singpol La-ongmanee, un juez principal de la Corte Suprema, fueron despedidos con sus pensiones decomisadas.
Los otros dos jueces son Adisak Timmart, un juez superior de la Corte Suprema y ex presidente de la Corte de Apelaciones, y Sitthichai Promsorn, juez principal de la Corte Suprema. Tienen derecho a mantener sus pensiones.
Me sorprendió cuando me enteré de los nombres de los cuatro jueces despedidos porque yo personalmente conozco a dos de ellos: estábamos en la misma clase de un curso (organizado por la Oficina de Asuntos Judiciales) de jueces de alto nivel para conocer a ejecutivos del sector privado y altos funcionarios del gobierno.
¿Cómo es posible? Me pregunté, tratando de entender los motivos de su fechoría. Todos ellos son personas respetables, o no habrían llegado a la Corte Suprema. Sentí pena por ellos.
La agencia de noticias Isra informó que antes de que el comité judicial tomase su decisión, el presidente de la Corte Suprema de Justicia ya había suspendido al Sr. Ong-art y al Sr. Singpol de sus cargos hasta que concluyera la investigación.
“El escándalo es un duro golpe para la credibilidad e imagen del poder judicial”
El despido de los cuatro jueces de alto nivel podría aumentar la confianza pública en el poder judicial, al mostrar que el tribunal se toma en serio la lucha contra la corrupción y no perdonará a ningún juez -sin importar lo alto de su posición- si se les encuentra culpables de corrupción o mal uso de su autoridad.
Por otra parte, el escándalo es un duro golpe para la credibilidad y la imagen del poder judicial en su conjunto.
Algunos miembros del público se preguntarán si aún pueden confiar en el sistema judicial después de haber perdido la fe en la policía y la fiscalía pública, aunque no han hecho ningún comentario sobre este último escándalo por temor a ser acusados de desacato.
El temor de desacato a la corte ha protegido durante décadas al poder judicial tailandés de la crítica pública, especialmente la crítica positiva y constructiva que serían beneficiosas para la institución judicial, que podría así amoldarse a los cambios sociales permitiendo a los jueces ser más sensibles a ciertas situaciones.
“Una serie de decisiones judiciales en el pasado fueron recibidas con incredulidad”
Los jueces están facultados para emitir juicios a su discreción sobre casos judiciales, de tal forma que ni siquiera el presidente de la Corte Suprema puede entrometerse en ellos. En el reparto de los juicios, son sus propios jefes.
Sólo cuando se considera que las sentencias han sido mal evaluadas sus superiores pueden intervenir para impartir acciones punitivas contra ellos - pero no revertir o cambiar sus veredictos.
Una serie de decisiones judiciales en el pasado fueron recibidas con incredulidad por el público que las encontró ridículas. Por ejemplo, a una mujer que robó un mango para alimentar a sus niños hambrientos se la condenó a 10 años de prisión, mientras que un joven rico que mata a varias personas y está acusado de homicidio por conducción temeraria se le suspende la condena de prisión, por ser su primer delito y haber confesado.
“El público no entiende que se conceda la libertad bajo fianza a un narcotraficante”
La concesión de la libertad bajo fianza a un acusado es a discreción del juez de turno. Pero a menudo el público no entiende que se conceda la libertad bajo fianza a un notorio narcotraficante sin importar el tamaño de la caución. En el mundo real del poder judicial, son muchos los casos de narcotraficantes a los que se ha permitido volver a la calle y no han vuelto a aparecer para enfrentarse al juicio.
Sí, el dinero habla y cuanto mayor sea la cantidad, más fuerte es su voz. Esto ha sido probado demasiadas veces.
Muchos jueces tailandeses sienten que realizan su trabajo en nombre de la monarquía, y por lo tanto sus veredictos están por encima de la crítica. Por eso el Poder Judicial ha sido privado de acceso a información sobre cómo se siente el público respecto a algunas de sus decisiones - lo que es lamentable.
La justicia debe ser más abierta a la crítica y no sentirse ofendida cada vez que la institución o sus veredictos son criticados.