Anuncios malos: diez spots que preferiríamos no haber visto
La publicidad es un torrente inagotable de creatividad. Para una pequeña muestra, están ejemplos tan atractivos como los de Nike, Martini o el ya mítico anuncio de Renault Megane. Sin embargo, en publicidad, como en cine o televisión, sus profesionales son tan capaces de lo bueno como de lo malo. Ya sea por imposiciones de las marcas, por falta de ideas o de presupuesto, por no conectar con lo que el producto necesita para atraer a su público potencial, o por confiar exclusivamente en el tirón de un famoso como imagen, podemos encontrarnos con spots televisivos que desafían nuestra paciencia como espectadores.
Ante esta defensa contra anuncios inenarrables ya existen plataformas de visita obligada en internet, como AnunciosMalos.com. Precisamente, este ha sido uno de los sitios de referencia a los que hemos acudido a la hora de realizar este Top Ten de Vertele. De entre todos los anuncios de dudosa calidad que podemos encontrar en internet, en YouTube principalmente, hemos seleccionado una decena. Lo hemos hecho atendiendo a los más recientes, con inicios del presente año 2011 como tope de antigüedad.
1. “KH7”, según Bigas Luna: jabón, jabón
Después de mandar a Elsa Pataky a la meca del cine (en la ficción) en DiDi Hollywood, el cineasta valenciano con más apetencia por las carnes turgentes de nuestro industria se puso manos a la obra con un nuevo proyecto: una serie de spots para la marca de limpieza antigrasa KH7, que comenzo a mostrarse (y a mostrarlo casi todo de sus actores) a finales de julio.
No se puede negar la originalidad de la propuesta, al encargar una campaña publicitaria a un director de estilo tan personal e intransferible como lo es el director de Jamón, jamón. En Estados Unidos, un profesional tan particular como Rob Zombie (encargado de films como Los renegados del diablo y La casa de los 1000 cadáveres), ya se atrevió a dirigir una impensable camapaña de promoción de un detergente. Otra cosa es que los anuncios de KH7 parezcan recortes desechados de una película softcore tan del gusto de canales como 8Madrid emiten en sus madrugadas.
2. Fuet Imperial “El Pozo”: ¡al pozo con él!
El último anuncio que ha sacado a la luz la marca de embutidos El Pozo es otro de los que genera una mala digestión. Esa simpleza, que no sencillez, esa v0z resabiada del actor, que pone nervioso,... Recuerdan a anuncios de hace dos décadas, cuando no había ni tantos medios ni tantas posibilidades. Aquellos tenían excusa... ¿Pero éste?
3. “Panrico”: el culo tierno como la cara
Es posible que los responsables de la campaña de Panrico consideraran que sería positivo crear un anuncio con un lenguaje directo y llano. Pero mezclar panes con culos, por tiernos que estos sean (los panes, se entiende) no es la mejor estrategia para conseguir que el espectador se acabe llevando a la boca una de estas rebanadas.
4. “Kayak”: los peligros de los sintetizadores de voz
La web Kayak.es es toda una experta en hacer que ahorres dinero en tus vuelos. Un anuncio como éste evidencia que son los primeros en reducir sus gastos al mínimo. ¿Cómo? Prescindiendo de un narrador de timbre aterciopelado y atractivo y dando rienda suelta a una voz cuyas angustiosas pausas entre sílabas y su falta total absoluta de entonación hacen realmente molesto el visionado del spot. No solo eso, sino que lo acercan peligrosamente a cualquiera de los muchos vídeos amateur que trufan YouTube y que emplean el programa Loquendo para torturar a nuestros oídos.
5. “Rastreator”: reputado mentalista... Pero no publicista
No es de extrañar que el Rastreator tenga esos ojos tan tristones como los de aquel clásico peluche de nombre deprimente, con la de perrerías que los creativos le han hecho al pobre animalito. Ni la inconfundible voz del Señor Skinner puede evitar que los múltiples anuncios de este comparador de seguros se ganen nuestras simpatías.
6. “Chilly”: cómo un mal nombre puede acabar con un producto
A veces, los creativos de publicidad no son los únicos causantes de que un anuncio sea crucificado. También un nombre inapropiado puede acabar por convertir un spot blanco e inofensivo en algo mucho más picante. Para muestra, estas toallitas de higiene íntima femenina, cuya suavidad contrasta con la marca con la que las han bautizado, Chilly. Esperemos que a la empresa detrás del producto no les irrite demasiado, con perdón, esta crítica.
7. “Danacol”: ¡Denle un actimel a Induráin!
Para ganar al colesterol, hay que luchar desde el principio. Con los anuncios es igual, y Danacol no lo hizo. En los anuncios salió un reputado ex ciclista sin grandes dotes para la oratoria, y como era famoso no se le dio importancia. Los anuncios, como el ciclismo, se basan en reaccionar a tiempo, y con energía. Miguel Induráin, no cabe duda, es un deportista querido y recordado, pero verle recitar su texto con la expresividad de un manillar no ayuda, desde luego, a vender el producto. En definitiva, transmite tanto, o tan poco, como el narrador de Kayak que teníamos un par de vídeos más arriba. Más que un Danacol, a Induráin le hubiera venido bien un Actimel para darle algo más de energía.
8. Wipp Express: máximo desafine
Será el detergente más eficaz, pero sus anuncios bien merecerían un par de centrifugados antes de haberse emitido. Al improbable caso que nos presentan en este spot, con dos gemelas que “supuestamente” se visten del mismo color, se ha de sumar el que hayan optado por la opción de terminar a voz en grito. Es de agradecer que los espectadores no hayan seguido el ejemplo de la pieza y hayan comenzado a canturrear las marcas de sus detergentes cada vez que ponen una lavadora.
9. H&S: ¡y yo con estos pelos!
Otro ejemplo de que un deportista famoso no basta para conseguir una buena promoción. Aquí tenemos a un Fernando Verdasco con muchas cosas en la cabeza. Tantas, que al espectador le acaba doliendo la suya propia solo de oírlas y verlas.
10. Infojobs: “Super... Cutre”
Infojobs es un portal de búsqueda de empleo, que decidió lanzar una campaña promocional con la que saltar a todos los medios. Lo que no saben es que se trataba de un salto... Al vacío. Este anuncio no pasará a los anales como uno de los mejor realizados, eso desde luego. Ni tampoco su parodia del mundo de los superhéroes será recordada por su humor fino, más cerca de un gag de las Matrimoniadas de José Luis Moreno que de otra cosa.
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