'Equipo de investigación' descubre la “trampa” para la obsolescencia programada de las cafeteras de cápsula
Equipo de investigación centró su reportaje del viernes 29 de noviembre en la durabilidad y obsolescencia de los electrodomésticos que nos acompañan en el día a día. Usar y tirar buscó respuesta a la pregunta de si aparatos electrónicos tan habituales como lavadoras, móviles, televisores o frigoríficos están hechos para no durar toda la vida y si se puede hacer algo contra esta hipotética caducidad programada.
Entre los lugares que visitó el programa en su investigación destacó el taller Millor que nou!, abierto por el Ayuntamiento de Barcelona hace 10 años y dedicado a ensañar a los ciudadanos cómo reparar ellos mismos algunos de estos aparatos. El centro estima más de 1.500 clientes arreglan cada mes sus aparatos estropeados, teniendo que encargarse de abonar solo el importe de los recambios y piezas necesarios.
Pero de entre todos esos cachivaches, solo hay uno que se resiste a cualquier reparación: las cafeteras de cápsulas. Estas, reveló María Ferrándiz, directora del taller, incluyen “trampas” que evitan cualquier intento de intervención.
“No podemos acceder al interior de la máquina”
Una de los modelos que mostró el programa impedía abrirse, por lo que se hacía imposible acceder al mecanismo interno y así arreglarlo. “Si lo intentáramos, romperíamos la carcasa y no podríamos utilizarla”. Otra, por su palo, podría desmontarse siempre y cuando se extrajeran los tornillos que la ensamblan; sin embargo, como indica Ferrándiz, “no hay ninguna herramienta que pueda abrirlos” por el remache que se les ha añadido.
“No podemos acceder al interior de la máquina y, por lo tanto, no la podríamos reparar”, resume la técnica sobre este cada vez más usual electrodoméstico. La profesional denuncia este ejemplo de obsolescencia programada, que obliga a deshacerse de “un objeto que con 15 céntimos [se] puede reparar”.
Las herramientas existe, desde luego, pero como aclara César Franco, decano del Colegio de Ingenieros de Madrid, están “solo a disposición del servicio técnico”. La situación se evidencia cuando el programa contacta con el departamento de una de estas marcas de cafeteras de cápsula, que recomiendan comprar una nueva ante cualquier tipo de desperfecto o avería: “Por cuarenta y algo las puedes encontrar en oferta, no merece la pena repararla”.
“El problema no es que sea caro reparar, sino que estamos en un modelo en el cual comprar es muy barato, con lo cual de alguna forma se acaba desincentivando la reparación de los electrodomésticos”, explica Franco al respecto.