Gabriela Hinojosa gana 'MasterChef 13' y se convierte en la primera embarazada en alzarse con el triunfo
MasterChef 13 (o MasterChef 12+1, para los supersticiosos) ya tiene ganadora: Gabriela Hinojosa. La aspirante -hija de Eduardo Hinojosa, empresario de Cortefiel que ha dejado una herencia millonaria por la que ahora disputan ella y sus 11 hermanos- ha hecho historia en el talent al ser la primera embarazada (de seis meses) en alzarse con el trofeo del programa y los 100.000 euros de premio.
La joven de 31 años logró la hazaña tras batirse en un duelo final con Bea, su mejor amiga de la edición. Ambas cumplieron su sueño de llegar a la final juntas y celebrar el triunfo de cualquiera de las dos. Fue uno de los desenlaces más emotivos al escucharlas animarse mutuamente, dedicarse palabras bonitas y ayudarse todo lo que pudieron.
Por su parte, los tres primeros clasificados - Gabriela, Bea e Ismael- disfrutarán de la formación que otorga el Basque Culinary Center de San Sebastián. Mientras que Ana se tuvo que conformar con un cuarto puesto que se llevó en la compleja prueba de exteriores.
A continuación te contamos cómo fue la final de MasterChef 13:
Bea “siguió al chef” de forma impecable y se llevó la primera chaquetilla
Bea, Ana, Gabriela e Ismael se enfrentaron al primer reto de la noche, que era un clásico del programa: seguir al chef. Nacho Manzano fue preparando un plato frente a los aspirantes, mientras iba cantando en alto las elaboraciones, cocinando al ritmo de un profesional.
Los aspirantes intentaron estar lo más atentos posible para no perder detalle, ya que el chef no se detuvo para esperarles. Pero no todos tuvieron esa destreza, puesto que Ana se mostró totalmente perdida llegada a la mitad de la receta. Bea también trabajó nerviosa y algo desorientada.
Al finalizar el tiempo, Bea fue la primera en entregar un plato que sorprendió a los jueces tras haberla visto “caótica”: “Has hecho magia total, está delicioso”, le decían al probarlo.
Ismael también convenció con su elaboración, aunque no estuvo al nivel de su compañera anterior: “Falta el punto de fineza, pero es un buen trabajo”, señalaron.
En cambio, Ana hizo honor a su perdición durante el cocinado: “No está bueno, ni malo, es un batiburrillo”, lamentaron los jueces. La sorpresa llegó con Gabriela, al no cumplir las expectativas esperadas: “Hay que empezar a pensar como un profesional”.
Como era de esperar, tras las valoraciones, la chaquetilla de primera duelista fue directa para Bea, que había cocinado un plato “digno del restaurante”.
Gabriela se lleva la “primera chaquetilla premamá”
El último pase al duelo final les llevó hasta Disfrutar (tres estrellas Michelin), el restaurante de Mateu Casañas, Oriol Castro y Eduard Xatruch en el Eixample de Barcelona.
Los tres aspirantes que optaban a la última chaquetilla no solo debieron replicar platos de altísima complejidad, sino también desplegar toda su creatividad y dominar el arte de la presentación para conquistar a la élite de la gastronomía española: reconocidos chefs españoles con estrella en Cataluña.
Los tres tuvieron que elaborar 12 elaboraciones de cada plato y se pusieron manos a la obra: Ismael se dedicó a reproducir coral de amaranto con pichón, Ana se esforzó con una mousse y merluza en suquet, y Gabriela elaboró la ánguila y el postre llamado 'mimético de múrgula'.
Acabado el tiempo, los jueces lamentaron los errores de Ana, que provocaron que tuvieran que entrar para ayudarle porque no hubiera sacado sus platos. Así, se convirtió en la cuarta finalista.
Los jueces también subrayaron el mérito de Ismael al querer superarse, sin embargo, se le quemó el caldo. Mientras que Gabriela había transmitido más serenidad en su trabajo sacando técnicas “jorobadas” a muy alto nivel.
Ante tal panorama, los jueces decidieron que fuera Gabriela la segunda duelista, algo que provocó tal emoción que bromeaban con el parto: “Es la primera chaquetilla premamá”, señalaba Samantha.
El duelo final entre las mayores amigas del talent
“Uno de los duelos más reñidos de nuestra historia” decía Jordi Cruz para arrancar la prueba que daría el triunfo a Bea o Gabriela. Las dos amigas se reencontraban en cocinas y se emocionaban al poder batirse en duelo juntas. “Era nuestro sueño” confesaban.
Para alzarse con el triunfo final, ambas se reencontraron con sus compañeros y familiares. Así como también pasó por ahí Miguel Bosé, las invitó a su concierto y se marchó.
Como en cada final, las duelistas tuvieron que elaborar un menú completo: con entrante, plato principal y postre. Antes de empezar, las dos se dedicaron los mejores deseos: “Te mereces ganar más que nadie”, se dijeron la una a la otra, y mientras compraban en el supermercado por última vez, se animaban, “tú puedes bonita”, demostrando su amistad hasta el final.
Además, contaron su historia a través de elaboraciones con sabor, conocimiento y técnica, que reflejaban todo el esfuerzo y la evolución de estos tres meses. “Pase lo que pase lo hemos intentado hasta el final” se decían la una a la otra, con lágrimas en los ojos, al acabar los complejos cocinados de cada una.
Gabriela presentó un menú dedicado a su padre en el entrante, el plato principal a su marido por ser “la elección más importante de su vida”, y en su postre también homenajeó a los afectados de la DANA.
Mientras que Bea entregó un menú que demostrara sus ganas de empezar una nueva etapa, pero demostrando la que le ha llevado hasta aquí. El entrante se inspiró en su madre, el primer plato en su padre y el postre a su hermano.
Tras probar ambos menús, y antes de sentenciar a la ganadora, Jordi Cruz quiso dejarles claro lo siguiente: “Vosotras dos sois las que teníais que estar en la final”. Se marcharon a deliberar y al regresar resolvieron la edición:
“¡La ganadora de MasterChef España es Gabriela!”, lo que la convirtió en la primera embarazada en ganar el premio, de la historia del talent culinario.
