'Hasta el fin del mundo' conmocionó a Nia, “montó” a Rocío Carrasco y recordó a Cifuentes su “traumática salida” de la política
Hasta el fin del mundo llegó a su sexta etapa, el ecuador del viaje, y seguramente el momento más emotivo de todos. Tras 6.000 kilómetros de trayectos interminables, las parejas alcanzaron una etapa que les impuso un ritmo distinto.
Nia y J Kbello, Yolanda Ramos y Ainoa Olivares, Aldo Comas y José Lamuño, Alba Carrillo y Cristina Cifuentes y Jedet y Andrea Compton siguieron diferentes caminos desde Sucre (Bolivia) a Tilcara (Argentina).
Para descubrir lugares tan mágicos que protagonizaron los momentos más emotivos de la edición. Con reencuentros entre ellos y la naturaleza, silencios que hablaban más que las palabras y pequeños gestos con las gentes de allí que dieron sentido a la aventura.
Alba Carrillo y Cristina Cifuentes, campeonas de una sexta etapa inolvidable
Las campeonas de la etapa fueron Alba Carrillo y Cristina Cifuentes que habían pasado por todo tipo de emociones: nuevas tensiones entre ellas, ilusión y muchas confesiones. Entre ellas, una cena en la que Cifuentes recordó su anterior etapa profesional:
“Mi salida de la política fue terriblemente traumática. Pensé que si me metía en casa ya se me pasaría. Todas esas situaciones te provocan un daño, pero me propuse que fuera el menor posible, porque para seguir adelante hay que soltar lastre. Si era capaz de eso me daba igual todo. En este momento vivo sin rencor. Ahora que estoy fuera de la política y tengo más amigos”.
Y Alba brindó por eso mismo: “¡Por estar vivas, nos han querido matar por todos lados, que se joroben todos!”, dijeron riéndose.
Las segundas en llegar a la meta fueron Jedet y Andrea Compton. Ni ellas se lo creían porque habían acumulado varios fracasos y desgracias, como ataques de asma, pero las supieron “abrazar”.
Los siguientes en saludar a Paula Vázquez fueron Nia y J Kbello que habían vivido una etapa dura psicológicamente, al ver la pobreza infantil. Él no pudo reprimir las lágrimas al ayudar a un niño que pedía dinero. Y Nia intentó calmar a su compañero, a pesar de que ella también lamentó la situación.
A Rocío Carrasco y Anabel Dueñas las ralentizó el cambiar autobuses por caballos, cual forajidas. Y conectar tanto con la naturaleza que una llama intentó montarse a la hija de Rocío Jurado. Aun así, llegaron cuartas.
El quinto puesto lo ocuparon Aldo Comas y José Lamuño, que habían alucinado con el salar de Uyuni, donde reflexionaron sobre sentirse libres, conectados, y disfrutaron del momento de mayor paz del reality.
Las últimas fueron Yolanda Ramos y Ainoa Olivares, que se habían parado demasiado mirando tiendas. Y es que habían disfrutado de una etapa en la que se adentraron en un volcán y ayudaron a una comunidad de mujeres. Quedaron tan satisfechas, que no quisieron cobrar por su trabajo.
