María Patiño no oculta que el primer mes de vida de La familia de la tele ha sido especialmente duro para quienes forman parte del magacín. Sus datos de audiencia son muy inferiores a lo esperado –este martes registró su segunda peor marca– y RTVE le ha dado algún que otro tijeretazo para reducir su duración y mitigar los daños.
“No está siendo nada fácil”, reconoce la presentadora, que este martes, durante el décimo aniversario de Netflix, fue preguntada por los periodistas que cubrían el evento, entre ellos un equipo de Europa Press. Patiño confiesa que estaba “acostumbrada a estar en programas de éxito” (Sálvame y ¿Dónde estás corazón? son dos buenos ejemplos), y que ahora, con el batacazo de La familia de la tele, ha puesto los pies sobre la Tierra: “La vida real probablemente sea esto”.
Belén Esteban tiene las mismas sensaciones. Cuando el programa empezó a flaquear, la tertuliana estrella anunció que deseaba marcharse. Solo sus jefes –los productores del magacín– la convencieron para que aguantara el temporal como los demás. “Lo he pasado mal. No me quería ir definitivamente, pero sí quería como un momento de decir basta. Pero cuando tengo que estar, pues tengo que estar”, asume.
Además, la colaboradora intenta relativizar la crítica situación en la que se encuentra La familia de la tele porque sus padres le “enseñaron a perder antes que a ganar”, y eso la ha hecho “una mujer feliz” que cree que “todo tiene que pasar por alguna cosa”.
Al igual que ella, Inés Hernand, que presenta el programa junto a Patiño y Aitor Albizua, trata de quitar hierro al delicado panorama que les acompaña cada tarde desde hace más de un mes. “Ningún trabajo ni es definitivo ni es definitorio. Al final todas las carreras pasan por muchas fases, incluso el propio programa está pasando por muchas fases y nos encontramos en un momento de pequeña estabilidad. Estamos intentando enganchar audiencia, pero, sobre todo, estamos muy agradecidos de la oportunidad”, reflexiona la comunicadora.
Respecto a sus compañeros, dice Hernand que “son gente muy natural, muy transparente, muy trabajadora y muy humilde”. El equipo de La familia de la tele está “dando un 300% para entretener al público”, insiste.
Los datos de audiencia constatan que el magacín de La Osa Producciones tiene serias dificultades para conectar con los espectadores. Patiño hace “autocrítica” y reconoce la debilidad del proyecto, pero también tiene la impresión de que hay demasiada inquina hacia La familia de la tele entre los medios de comunicación: “Jamás había visto tanta fijación por un programa que aparentemente tampoco está destacando, y eso es llamativo porque ha habido programas a los que les ha costado estabilizarse igual que a nosotros”, reflexiona.