Risto y Laia Grassi aprovecharon el 'Chester' para contar cómo empezó su noviazgo: “Pasó lo que me imaginaba”
“Mira que he hecho Chesters, pero este es complicado” empezó comentando Risto Mejide a Laia Grassi al sentarla en Viajando con Chester. Y es que, el presentador y la experta en Inteligencia Artificial mantienen una relación desde hace poco tiempo y por primera vez estaban juntos frente a unas cámaras de televisión.
Antes de centrar la entrevista en los desafíos a los que se enfrenta la humanidad ante la Inteligencia Artificial, Risto quiso “quitar el elefante de la habitación para hacer un ejercicio de transparencia” con los espectadores y explicarles cómo se había fragüado el encuentro. Y por extensión: su noviazgo.
“Cuando planteamos la temporada quería hacer un capítulo con el tema de la IA” empezó relatando sobre su versión de la historia. “El equipo se puso a buscar y tras unos días tú entraste en directo en Todo es mentira, y el equipo de este programa pensó que ya teníamos a la experta”, explicó emitiendo esas imágenes.
“En ese momento dije que no, sin ninguna razón, pero quizás intuía que si nos sentábamos en el sofá no sabía qué podía pasar. Pasaron unos días y hablaron contigo, sin yo saberlo, y cerraron tu intervención. Por temas de horarios al final coincidimos en Barcelona para cenar y pasó lo que me imabinaba: salí absolutamente flasheado”, confesó sobre aquel primer encuentro entre los dos.
“Les dije al equipo que se olvidaran de ti porque no podías venir, pero ellos me dijeron que por el hecho de empezar algo contigo no te iba a castigar, a esconder... y tenían razón, había que ser profesionales. Y aquí estamos”, señaló con una sonrisa y preguntándole a Grassi cuál era su versión.
Ella fue mucho más escueta: “Soy publicista y en cuanto supe de ti hace años, cuando abriste tu agencia, me llamaste la atención por cómo estabas cambiando las cosas en la comunicación. Cuando hablamos de quedar, sabía que iba a salir algo, pero no sabía el qué. Tampoco me esperaba lo que ha salido, la verdad”, se sinceró.
Para acabar mirando a Risto con mucha complicidad: “En cuanto estuvimos los dos en la misma habitación todo cambió. Y todo ha cambiado. Y sigue cambiando”, zanjó Grassi sobre esta incipiente historia de amor.