Gran Hermano

El que se pica, ajos come

Cuando llega el día de las nominaciones, una calma más grande parece apoderarse de la casa de Guadalix de la Sierra. Esta tranquilidad fue ayer rota con las clases mañaneras de aeróbic. Ni en este momento de liberar adrenalina Fran se despojó de su albornoz, que lleva camino de convertirse en un clásico de la televisión. También estuvieron bastante rato entretenidos con una clase de nudos marineros, impartida por Alonso. En el examen de la tarde no tuvieron ningún problema para superarla. Conforme avanzan las semanas, cada vez surgen más conjeturas sobre cuál será el destino de los nominados. Interesante fue la reflexión de Kaiet. “Si Eva sale nominada, la gente la eliminara”. ¿Clarividencia? El caso es que la de Palma, junto a Mari y el vasco fueron los nominados. Y sorpresa, la campaña de Ángel surtió efecto. Fran no está nominado (ver vídeo). Como siempre, los habitantes se escudan en razones graciosas que nada tienen que ver con las motivaciones reales. Que si Sabrina juega con Tierra (Mari), que si Kaiet se cabrea cuando no tiene tabaco (Eva) o que si Ángel porque no me gusta cómo tira el dado (Alonso). Marta entra en la casa Y se volvió a la normalidad. Como en todas las jornadas, tres nominados. Kaiet lo aceptó con bastante normalidad, no así las otras dos que no se esperaban ser nominadas y, a la manera de una tragedia griega, la sombra de la traición asomó en sus rostros. Y llegó la sorpresa. Los espectadores escogieron por abrumadora mayoría (51 por ciento) que fuera Marta la elegida para hacer una visita y entregarles mensajes personales que les habían escrito los otros hermanos que ya han sido eliminados. Toda la atención estaba centrada en Kaiet (ver vídeo). Pero el vasco se amilanó ante las cámaras y el prometido baile no fue para tanto. Aunque su rostro denotaba la sorpresa y emoción del momento, quien no ocultó su júbilo fue Alonso. Cuando la madrileña le agradeció sus mensajes en el confesionario, él le respondió “es que te quiero mucho”. Mala suerte para Mari, que ya llevaba unos días algo atacada con su marinerito y la llegada de Marta terminó de eclipsar a ella y de paso a su compañera Eva. Los abrazos más significativos fueron para Sabrina y Fran. “Puedes seguir comiendo todos los huevos que quieras, que no pasa nada”. Del resto de los mensajes, hay que quedarse con el que les envió Carlos. “Estáis más parados que una carrera de coches sin piloto”. Cuando Marta se fue, su aura debió seguir en el jardín, porque Alonso se quedó todo el rato hablando sobre ella hasta que Eva le llamó al orden. Y el chaval no quería enterarse o estaba en una nube demasiado alta. Los mimos y carantoñas posteriores no le valieron para que acabara durmiendo en un extremo de la cama, espalda con espalda. De momento la cosa se queda así. Con nuevos nominados y con el escenario que parece cambiar. Más vídeos y noticias en el especial Gran Hermano elaborado por Latino Televisión.

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