Euskadi pide a Canarias los “permisos necesarios” para que tres barcos pesquen cebo vivo en aguas isleñas tras las quejas de los atuneros herreños

Europa Press

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El Gobierno Vasco ha solicitado al de Canarias los “permisos necesarios” para que tres barcos de Euskadi pesquen cebo vivo en aguas próximas a las Islas. Los tres atuneros cañeros se han dirigido a las cercanías del Archipiélago para “intentar recuperar parte de su actividad” ante el mantenimiento de la veda de Senegal, zona en la que pescaban el cebo vivo.

El Ejecutivo autónomo se ha referido, de esta forma, a la petición que el presidente de la Cofradía de Pescadores de El Hierro y portavoz de la Federación de Pescadores de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Fernando Gutiérrez, realizó este jueves al presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, para intervenir “ante la presencia de barcos atuneros vascos en aguas de Canarias”.

Gutiérrez denunció que uno de esos barcos vascos, El Aita Fraxku, estaba “faenando ilegalmente de nuevo en las aguas canarias y ya hizo su primera descarga en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, violentando las leyes de pesca europea y española”, y otros dos atuneros vascos más se encuentran en el puerto de Arrecife (Lanzarote), “preparando el avituallamiento para salir a faenar, presuntamente en Canarias”, según “afirman rotundamente sus tripulantes”.

Fuentes de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente han explicado a Europa Press que la flota de barcos atuneros cañeros que hasta el año pasado pescaban en las costas de Senegal, al amparo del Acuerdo de Pesca entre la UE y el país africano y que capturan atún “uno a uno como la flota canaria, y el resto de la flota del Cantábrico Noroeste”, está compuesta por ocho barcos. De ellos, seis tienen su puerto base en Euskadi, otro en Cantabria y el octavo en Francia.

Según han añadido, el pasado año, “en una decisión unilateral”, el Ministerio de Medio Ambiente de Senegal decidió vedar, tanto para la pesca comercial como para la pesca de cebo vivo, una zona próxima a la bahía de Dakar.

Allí los atuneros cañeros se nutrían de “pequeñas sardinas y chicharros”, que “mantenidos vivos en los barcos y eran posteriormente utilizados como cebo vivo para empatar en los anzuelos y servir de reclamo para la pesca de atunes”. Esa técnica de pesca de túnicos con cebo vivo es la que se practica tanto en el Caladero Cantábrico Noroeste como en el canario.

El Gobierno Vasco ha indicado que, “tras esta decisión unilateral de Senegal, que imposibilita la actividad de estos barcos en sus aguas”, la Comisión Europea, en el marco de la Comisión Mixta del Acuerdo de Pesca, procedió a entablar negociaciones con el país africano “para buscar una solución a la problemática de estos barcos”.

“No están pescando, sino reabasteciendo”

“Estas negociaciones siguen en marcha y no han dado, de momento, los frutos deseados, con la consecuencia de que los barcos no pueden salir a faenar”, ha precisado.

Por esta causa y, ante esta situación, ha indicado que tres barcos con base de puerto en Euskadi han decidido “abandonar las aguas próximas a Senegal y se dirigen a aguas próximas a las Islas Canarias para intentar allí recuperar parte de su actividad”, si bien no están pescando, sino reabasteciendo sus embarcaciones, ha dicho.

“Para ello, les es necesario, al igual que en aguas próximas a Senegal, disponer de la posibilidad de pescar el cebo vivo que luego utilizarán para la pesca de los atunes”, según el Departamento.

Las mismas fuentes han asegurado que para poder desarrollar la pesca del cebo vivo “las correspondientes autorizaciones de pesca corresponden al Gobierno canario” y destacan que “para estos barcos, por la tipología de pesca que utilizan, totalmente selectiva”, la disponibilidad de poder pescar cebo vivo “es clave”.

Por ello, la Administración vasca ha solicitado a la canaria “que conceda esos permisos necesarios para la pesca del cebo vivo”, como sardinas, jureles y bogas, en aguas de su competencia, “para que luego puedan realizar una actividad normalizada de pesca de atunes fuera de las 100 millas de protección alrededor de las aguas de las Islas Canarias, tal y como establece la normativa europea para aquellos barcos que no hayan tenido una actividad histórica anterior en dichas aguas”.