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Independencia a la carta

No lo digo, vuelvo a repetir, porque me parezca mal que cada cual se apunte a lo que mejor le parezca o le venga bien sino porque no entiendo que pueda votarse una cosa y su contraria en un mismo pleno municipal. Acaba uno por no saber a qué atenerse con semejantes debates. En éste resulta para nota, oye, que coloquen de modelo de referencia nada menos que al Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

No sé yo, la verdad, cómo se les ha ocurrido tirar de Puerto Rico, que es además el nombre de una urbanización canariona, lo que podía prestarse a confusiones. Quienes conocen algo aquello, el Puerto Rico genuino, saben que no es precisamente un espejo en que mirarse. Dicen los portorriqueños que si quieres pasar allá por patriota de pro no tienes sino que hablar español; pero si quieres tener trabajo y comer todos los días has de hacerlo en inglés. Puerto Rico no es Estado ni libre ni asociado, así que no veo qué gracia tiene para inspirar a los autores del invento. No les vendría mal asesorarse.

Si quieren la independencia, que lo digan y monten un partido en condiciones. Porque, la verdad, no entiendo ese no pero sí pretendiendo mantener al propio tiempo, ya como Estado independiente, las mejores relaciones con España y la UE. Es decir, una independencia a la carta que escoge lo que interesa y rechaza lo que no; como los tribunales del colonialismo español, pongo por caso sin ánimo de señalar.

La boutade ya ha llegado al Ayuntamiento de Santa Cruz; se ha institucionalizado, pues. Y dice su alcalde, Miguel Zerolo, que él acatará la Constitución mientras esté vigente. Yo siempre he creído que para que deje de estarlo sería necesario darle primero unos empujoncitos hacia la marea; si Bolívar y Martí se hubieran andado con tantos miramientos no tendríamos a un Fidel en chándal ni a un Chávez largando por esa boca.

No lo digo, vuelvo a repetir, porque me parezca mal que cada cual se apunte a lo que mejor le parezca o le venga bien sino porque no entiendo que pueda votarse una cosa y su contraria en un mismo pleno municipal. Acaba uno por no saber a qué atenerse con semejantes debates. En éste resulta para nota, oye, que coloquen de modelo de referencia nada menos que al Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

No sé yo, la verdad, cómo se les ha ocurrido tirar de Puerto Rico, que es además el nombre de una urbanización canariona, lo que podía prestarse a confusiones. Quienes conocen algo aquello, el Puerto Rico genuino, saben que no es precisamente un espejo en que mirarse. Dicen los portorriqueños que si quieres pasar allá por patriota de pro no tienes sino que hablar español; pero si quieres tener trabajo y comer todos los días has de hacerlo en inglés. Puerto Rico no es Estado ni libre ni asociado, así que no veo qué gracia tiene para inspirar a los autores del invento. No les vendría mal asesorarse.