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Tamames pierde el rumbo y el respeto a sí mismo en un viaje trashumante hacia la nada

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En la agitada época que vivimos ocurren las cosas más inesperadas y nos encontramos con sorpresas increíbles como la protagonizada por el maridaje de Ramón Tamames y el VOX del neofranquista Abascal. Trashumar es conducIr el ganado del campo de invierno al campo de verano y viceversa. Y  trashumante será el que pasa de un campo con sol a otro helado, tanto meteorológicamente como políticamente. El  intento del trashumante Tamames parece querer reconducir el ganado parlamentario hacia el lado empresarial y de la  derecha. 

Como el economista Tamames muy bien sabe, en algunos  contextos políticos, el término «compañero de ruta o de  viaje» (del ruso попутчик, popútchik) se refiere a la persona  que simpatiza con las creencias de una organización pero sin llegar a pertenecer a esta ni asumir su ideología. 

Desde la Revolución soviética como, repito, con seguridad Tamames sabe, el término de «compañero de ruta o de  viaje» fue utilizado para referirse a un simpatizante del Partido  Comunista pero no afiliado a él. Tal denominación se hizo  popular a partir del libro de León Trotsky Literatura y  Revolución en el cual llama a tales simpatizantes “compañeros  de ruta literarios de la revolución”. Tamames-Abascal se han dado de la mano para erosionar ya que no podían destruir al  Gobierno “social-comunista” sin necesidad de repetir un nuevo  23-F con cabeza militar y ayudantes técnico economistas. 

En su discurso parlamentario de censura del 21 de marzo del  2023, Tamames ha repetido mucho la palabra “España”, posiblemente con la intención de que los parlamentarios recuerden que su discurso no se refiere a un país de Ciencia Ficción.  

He oído con suma atención la monótona voz y sus reflexiones,  análisis y sugerencias que el candidato voxiano leyó de un texto largo y denso, redactado con academicismo poco apropiado  para el Parlamento y con una voluntad de abarcar todas las cuestiones posibles sobre la situación de nuestro país (España,  se sobreentiende), sus muchos y profundos males y sus  posibles remedios. Lo curioso resulta que, según Tamames y  los que le aplaudían, los grandes males no tienen precedente y  son de exclusiva responsabilidad de la izquierda. 

La intención de tal moción de censura sería loable si además  de señalar males y a los supuestos culpables (socialistas,  comunistas, separatistas y terroristas), expusiera posibles  soluciones que podrían abrirse con un enfoque justo y  adecuado. Pero tal censura estaba destinada al fracaso y se sabía de antemano, con lo cual el objetivo no era ni podía ser solucionar problemas sino lucimiento personal, desprestigiar en lo posible al Gobierno de coalición actual y dar oportunidad al ultraderechista VOX de mejorar resultados en las próximas  elecciones. 

Inquilino de las cárceles madrileñas de Carabanchel fue Tamames en 1956 como nos recordó textualmente en su  discurso: “Quienes afortunadamente estuvimos desde jóvenes en pro de la libertad y la democracia, y trabajamos desde la izquierda –yo lo hice en el PCE porque era un verdadero  partido de lucha, y que desde 1956 estuvo por la plena  reconciliación–, no podemos dejar de expresar nuestra  perplejidad ante una situación como la actual en España, que  se asemeja más a los de una moderna autocracia  absorbente. Convirtiendo además la discusión pública en una  dialéctica más bien al estilo ”amigo-enemigo“, que nos retrotrae  a los períodos menos brillantes de nuestra historia”. (Texto leído  por Tamames).  

Innegablemente si no tuviera la voz gangosa y cascada hubiera  sido un texto de oposición excelente, aunque falso y falseador. 

Desde la derecha mediática comentaba Alejo Vidal-Quadras, escribiendo, ya antes de realizarse el discurso y con  conocimiento previo de su contenido, que: “la idea germinal que, adecuadamente materializada, hubiera descolocado al  Gobierno y cumplido la función catártica que la sociedad  española necesita, consistía en que una figura de la sociedad  civil, independiente de siglas partidistas, de larga y fecunda trayectoria pública, de reconocido prestigio intelectual y  dotada de indiscutible autoridad moral, realizase un diagnóstico certero e implacable del presente marasmo en  que nos hallamos atrapados, encendiese las luces rojas de  alarma que despertasen a una sociedad adormecida y  engañada y marcase el camino de un cambio de mayoría  en los comicios generales que tendrán lugar a finales del  año en curso.” 

Y el comentarista anticipado y anticipador señala que: a) la  democracia constitucional española se transforma en una  partitocracia extractiva y corrupta; b) que tenemos un gasto  público desbordado y endeudamiento; c) el papel de las  fuerzas calificadas como separatistas como elemento inaceptable para dialogar (se olvidan los diálogos y  acuerdos así hechos por el Partido Popular); d) La  sustitución perversa de un orden social vertebrador, capaz de  proporcionar seguridad, prosperidad y prestigio internacional a  la Nación, por otro disolvente, destructivo, divisivo y empobrecedor en lo material y en lo ético. 

O sea, España es actualmente, según la derecha y Tamames,  un desastre por culpa del Gobierno de izquierdas. Todo el  pasado fue hermoso y benefactor para los españoles y el que  la mayoría de los españoles votase mal es el origen de las  desgracias actuales. 

Estos comentarios anticipados reflejan bien el tono y contenido  del discurso de Tamames con el que más que perder el respeto  al Gobierno parece haberse perdido el respeto a sí mismo y a  su propia historia. 

No está de más recordarle a nuestro famoso economista que la  dialéctica de amigo-enemigo no fue inaugurada ni por los  republicanos, ni por los izquierdistas, sino por las fuerzas  reaccionarias, militaristas y fascistas, que traidoramente y con  ayuda de Hitler y Mussolini se hicieron con el Poder. Y si  Tamames afirma que la Guerra Civil de 1936 se inició ya en  octubre de 1934 cuando la Huelga General revolucionaria de  Asturias, habrá que recordarle la brutal y sangrienta represión encomendada por el gobierno derechista al General Francisco  Franco, y lo señalado por el historiador Santos Julia: “el  resultado de las elecciones (de 1933) fue un realineamiento espectacular del sistema de partidos, buena muestra de lo lejos  que la República estaba aún de ser una democracia  consolidada”. El cambio más notable fue la irrupción en la  escena parlamentaria de la CEDA, la derecha católica  “accidentalista” que en el 36 estaría al lado de los militares  golpistas que luego elegirían a Franco como Caudillo. 

Y en lo que a Canarias se refiere, quiero recordar las  investigaciones históricas de Sergio Millares expuestas en  reciente conferencia pública de la unilateralidad y sistemática  represión franquista con fusilamientos de centenares de  canarios cuyo único “delto” era haber sido ayudantes en las  elecciones de las fuerzas del Frente Popular o ser miembros de  Partidos o Sindicatos, incluyendo la derecha republicana. En  Canarias no hubo víctimas del bando republicano. Nunca. 

HÉROES, MEMORIA HISTÓRICA Y GOLPES DE ESTADO 

“Sois héroes, sois héroes”. El economista Ramón Tamames puso fin a su desventura parlamentaria con sonrisas y  agradecimiento calificando de “héroes” a los diputados de Vox.  Desde el heroíco Partido Vox dicen que Tamames como candidato de su segunda moción de censura contra Pedro  Sánchez consideraba una proeza heroíca aguantar la larga  duración y, sobre todo, el contenido de algunos de los  discursos hechos en el Congreso durante el debate de su iniciativa. Según ellos mismos, el profesor se había visto  “sorprendido” por un clima de confrontación que poco o nada  tiene que ver con el que vivió en sus siete años parlamentarios  de antaño. Es de suponer que el clima de confrontación nada  tendrá que ver, según él, con el lenguaje de Abascal y de los portavoces de Vox. Y que habrá olvidado la entrada fusil y  pistola en mano de los guardias civiles del 23 de Febrero de  1981 comandados por el teniente Coronel Antonio Tejero que  intentaron recomponer el panorama político creado por Adolfo  Suárez, colocando una cabeza militar, la del General Alfonso  Armada, ex-secretario del Rey, como presidente del gobierno,  cosa que según Santiago Carrillo se hacía con conocimiento de  Tamames como futuro Ministro de un tal gobierno de Salvación  de la Patria. Aquel golpe fracasó y no sabemos si ers verdad o  no. El golpe fracasó porque no tenía apoyo popular y porque algunos medios se colocaron frente al Golpe valientemente. A  las 21 horas de aquel mismo día, el diario El País puso en la  calle una edición especial posicionándose contra el golpe con  el titular en primera plana: «El País, con la Constitución». 

COALICIÓN DRÁCULA CONTRA LAS LIBERTADES 

Tamames recomendaba al presidente Sánchez dormir bien para  tener un buen sueño y luego hablaba de la coalición  Frankenstein que, según él, es aliada de los que quieren  romper España para gobernarla. Se me ocurre que, probablemente sin quererlo, ha abierto la posibilidad futura de un  Gobierno Drácula de ultraderecha que chupe la sangre y las  libertades del pueblo español 

El Tribunal Supremo de entonces, en casación, condenó a 30 años de cárcel al Capitán General Milans, a Antonio Tejero y a  Alfonso Armada que de la secretaría del Rey Juan Carlos había pasado a ser profesor principal de la Escuela Superior del  Ejército y, poco antes del Golpe, a la sazón el día 12 de aquel  mismo mes y año, Armada asumió el cargo de segundo jefe del  Estado Mayor del Ejército Español. 

En este 2023, Tamames, candidato no elegido democráticamente, sino propuesto por el Partido VOX en su  respuesta a todos los grupos parlamentarios, intentó “dar un  repaso” a las palabras de todos los portavoces en la segunda sesión del debate de la moción de censura y les reprochó los gritos de sus intervenciones, que, según él, convertían las sesiones parlamentarias en “mítines” y también les  reprochó su desconocimiento de la historia de España. Pero, como he podido ver, o su memoria es floja o su  ignorancia de determinados acontecimientos es deliberado. 

Se puede ser héroe haciendo el ridículo, pero el heroísmo que  Tamames atribuyó a los entusiasmados parlamentarios que le  aplaudieron desde Vox parece desorbitado y falso. 

En cualquier caso, en mi opinión, he visto cómo R.Tamames se ha perdido el respeto a sí mismo y a su historia personal y  política. Y también con cierta pena y amargura cómo Tamames  ha iniciado el viaje trashumante desde la moción de censura voxiana hacia el vacío y hacia la nada. 

En la agitada época que vivimos ocurren las cosas más inesperadas y nos encontramos con sorpresas increíbles como la protagonizada por el maridaje de Ramón Tamames y el VOX del neofranquista Abascal. Trashumar es conducIr el ganado del campo de invierno al campo de verano y viceversa. Y  trashumante será el que pasa de un campo con sol a otro helado, tanto meteorológicamente como políticamente. El  intento del trashumante Tamames parece querer reconducir el ganado parlamentario hacia el lado empresarial y de la  derecha. 

Como el economista Tamames muy bien sabe, en algunos  contextos políticos, el término «compañero de ruta o de  viaje» (del ruso попутчик, popútchik) se refiere a la persona  que simpatiza con las creencias de una organización pero sin llegar a pertenecer a esta ni asumir su ideología.