Los puertos se paralizan

560 estibadores del Puerto de Las Palmas y 120 trabajadores eventuales permanecen en huelga durante el día de hoy y mañana en solidaridad por el “despido improcedente” de un compañero de Cartagena. En La Luz se llevarán a cabo servicios mínimos desde las 20.00 hasta las 2.00 horas para trabajar sólo con los alimentos perecederos y el tráfico rodado.

La Autoridad Portuaria confirmó que el paro afectó este lunes a 6 barcos que se encuentran en el muelle del Puerto de Las Palmas y que se descargaron por los servicios mínimos entre las 20.00 y las 2.00 horas al llevar alimentos perecederos. No obstante, la huelga no ha afectado al pasaje ni al tráfico de vehículos porque no necesitan de la descarga por parte de los trabajadores portuarios.

Por su parte, Miguel Rodríguez, presidente de los Estibadores Portuarios de Las Palmas, explicó que esta convocatoria que afecta a la totalidad de los Puertos Españoles responde a una protesta por la negativa a aplicar la Ley de Puertos del Estado en Cartagena además del despido del delegado sindical tras denunciar esta situación.

El presidente de los estibadores en las islas explicó que el despido de su compañero en Cartagena ha sido amparado en “una justificación estúpida” al argumentar que bajó del coche cuando circulaba por la terminal para hablar con un compañero sin chaleco reflectante, una versión “irónica” porque según Rodríguez, el trabajador se empleaba en denunciar la inseguridad en los Puertos.

Los estibadores denuncian la deficiencia de personal y el modo de contratación “a dedo y como hace 50 años” en las zonas portuarias españolas y las declaraciones del presidente del Puerto de Cartagena acerca de lo innecesario de la contratación de personal especializado para la descarga en los puertos y de ahí que se “estén contratando a trabajadores de países del Este sin cualificación a los que se les paga según el ánimo del empresario en detrimento del sector y con consecuencias como la muerte el pasado mes de un empleado eventual”.

El presidente del Puerto de Cartagena, según las declaraciones del responsable de los estibadores en Las Palmas, asegura que ha despedido a 9 trabajadores más hasta enero y “se jacta de tener 70 años y nada que perder con sus acciones porque lo peor que le puede pasar es perder el puesto de trabajo y su salario está asegurado”.

En relación al despido de los 9 empleados, Rodríguez ve “absurdo” que Puertos del Estado califique de “rapto” del gerente de la Sociedad de Estiba “cuando sólo se produjo un encierro con los trabajadores despedidos en el despacho de su superior”.

Puertos del Estado, en contra del paro

La posición de Puertos del Estado es contraria a la huelga porque “dirimir un conflicto de carácter local con un paro estatal no contribuye al esfuerzo de la comunidad portuaria en el que está implicado el sector público y privado”.

Además, según explicaron, los convocantes de los paros no han querido aceptar la suspensión de empleo y sueldo del citado trabajador durante cuatro meses y la gestión de traslado a otro puerto del delegado sindical. Las mismas fuentes recuerdan que los sindicatos UGT y CCOO no han secundado la huelga.

A juicio de la entidad estatal, es necesario hacer un llamamiento al colectivo de estibadores para no extender un problema del puerto de Cartagena al conjunto de los Puertos españoles, “dejándose llevar por una interpretación excesiva de la solidaridad con un representante sindical al que se le acusa de haber transgredido las normas del juego en las relaciones laborales y al que la Autoridad Portuaria de Cartagena le ha hecho una oferta, a todas luces, muy generosa”.

La CCE denuncia la “insolidaridad” de los trabajadores

Por su parte, y ante las huelgas convocadas por la Coordinadora Nacional de Estibadores para los días 6, 7, 14, 15 y 16 de noviembre, la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) ha expresado su “total rechazo”, al considerar no sólo que se debe a un hecho particular, sino que al secundar dichas manifestaciones los estibadores están siendo “insolidarios” con el mercado interno canario al estar colaborando a su entender, “a romperlo”.

Para la CCE este tipo de medidas “no contribuyen, en ninguna medida, al esfuerzo de la comunidad portuaria”, y les preocupa “la imagen nacional e internacional que proyecta un sindicato que parece no comprender la responsabilidad que le corresponde en el funcionamiento del sector, no guarda relación con el esfuerzo inversor realizado tanto por el sector público como privado, que se ha venido adaptando a la demanda de servicios portuarios en España, y perjudica las expectativas de futuro de la actividad del propio colectivo portuario”.

La CCE advierte que el perjuicio causado puede llevar “no solo a una ruptura en el consumo interno, sino que originaría además graves consecuencias sobre tráficos como el de los transbordos, lo que puede repercutir sobre la decisiones de las empresas que operan en la actualidad en nuestra región provocando, en consecuencia, un claro perjuicio sobre el propio sector de la estiba y desestiba”.