Hablamos con JJ, ganador y “salvador” de Eurovisión 2025 tras su pantalla final con Israel: “Estaba muy tenso esperando”

Cuando está a punto de cumplirse un mes de su trascendental victoria en Eurovisión 2025, Johannes Pietsch -JJ de nombre artístico- ha viajado de Austria hasta España para hablar de la experiencia más importante de su carrera y recordar -con más autocensura que hace unas semanas- un triunfo que salvó in extremis al festival de un destino fatal.

Tras su comentado paso por La Revuelta, donde habló con David Broncano sobre Melody, el joven cantante atiende a verTele con el buen humor que demostró en el access prime time de La 1 de RTVE, a pesar de estar inmerso en un tour de entrevistas maratoniano. Una ronda promocional en la que se ha pronunciado abiertamente sobre todos los temas planteados por los periodistas salvo uno: la participación eurovisiva de Israel. Todo, por un motivo que él mismo ya explicó en un comunicado después de ser duramente criticado en su país por señalar a la UER y pedir la expulsión de la comitiva israelí del festival.

Con este contexto, y una advertencia previa, nos lanzamos a la entrevista con la intención de conocer cómo ha cambiado su vida tras este éxito eurovisivo, cómo recuerda un momento que mantuvo tensa a toda Europa y, de manera directa, si él también siente que con su victoria sobre Yuval Raphael fue el “salvador” del festival.

“En ese momento no estaba muy pendiente porque tenía que volver a cantar, y lo tengo todo borroso. Pero es un honor que a toda Europa le haya gustado mi canción y haya confiado en Wasted Love. Ganar fue un logro enorme para mí”, comienza expresando en la charla con este medio. De las votaciones confiesa que se le hicieron “eternas”, que no fue consciente de las posiciones que iban obteniendo otros países y, en definitiva, que en la Green Room hubo muchos nervios: “Estaba muy tenso esperando saber mis puntos”.

Lo que pasó después ya es historia: sumó más votos que nadie y se llevó a Austria el preciado Micrófono de Cristal sobre una Israel que fue segunda, y una Estonia que completó el top-3 con la viral Espresso Macchiato de Tommy Cash. Lo hizo con una actuación vocalmente impecable, y de lo más potente en lo escénico y visual gracias a un equipo liderado por los españoles Sergio Jaén (director artístico) y Borja Rueda (coreógrafo). Hacia ellos JJ solo tiene buenas palabras, ya que considera que “el mérito es compartido entre todos”. “Sergio hizo un trabajo increíble con la puesta en escena (...) Parecía más una película que una actuación típica de Eurovisión. Era un riesgo grande, pero estábamos dispuestos a asumirlo y al final valió la pena”, celebra.

Preguntado por España, cuya posición le “sorprendió”, afirma que veía a Melody en un top-15 o top-10. Y cuestionado sobre cómo cree que debe “arreglarse” Eurovisión tras los debates abiertos por algunas televisiones públicas, explica que “cada año trabajan [desde la UER] en diferentes cosas. Esta edición se centraron mucho en la salud mental, que es importantísima”, y se muestra optimista: “Eurovisión empezó siendo un concurso musical, y creo que sigue siendo una competición sobre música”.

Ha pasado casi un mes desde que ganaste Eurovisión. ¿Ya lo has asimilado? ¿Eres plenamente consciente de lo que significa?

Todavía no lo he asimilado del todo. Ha pasado casi un mes, pero he estado viajando tanto que no he tenido tiempo de darme cuenta de que gané Eurovisión. Me despierto por la mañana, veo el trofeo y pienso: 'Ah, vale, algo ha ocurrido'; pero todavía no lo termino de procesar. Creo que necesito un poco más de tiempo para ser consciente de ello.

¿Cómo ha sido tu vida desde entonces?

Ha sido todo muy intenso y ajetreado. He estado viajando por toda Europa, pero me encanta estar en lugares nuevos y conocer gente nueva. Y además con mi equipo, que ya lo siento como una familia y no es como si estuviera viajando tanto. Los fines de semana los paso en casa, así que también es un cambio bonito volver después de toda la semana fuera.

¿Crees que Eurovisión puede cambiar tu carrera, darle un giro importante?

Sí, definitivamente Eurovisión va a ayudar a impulsar mi carrera. Todo empezó cuando me interesé por el pop y la ópera. He percibido que a mucha gente le ha interesado este tipo de música, y el hecho de que algo así ganase Eurovisión significa mucho para mí, porque es justo el estilo que quiero hacer. Estoy deseando sacar canciones nuevas pronto y seguir construyendo mi carrera en esa dirección.

¿Te planteas un enfoque internacional, o por ahora vas a levantar los cimientos en Austria?

Quiero hacer una carrera internacional. Siempre ha sido un sueño para mí convertirme en una estrella del pop, así que voy a por ello.

Una actuación en blanco y negro era un riesgo grande, pero estábamos dispuestos a asumirlo y al final valió la pena

Echando la vista un mes atrás, ¿cómo recuerdas ese momento de tu victoria en Eurovisión? Porque sería algo muy tenso, con muchos nervios...

Sí, sí. Estaba muy nervioso. Fue un día largo, muy tenso. Todos estábamos con falta de sueño, muy cansados. Solo queríamos saber quién ganaba ya. Y cuando ganamos… me vi saltando, llorando, y con mi equipo levantándome y zarandeándome como si fuera un muñeco [ríe]. Y luego tuve que cantar otra vez. Fue una montaña rusa de emociones: cansancio, emoción, nervios, felicidad... lo vivimos todo.

Tu equipo eurovisivo estaba lleno de talento español: desde el escenógrafo Sergio Jaén, hasta el coreógrafo Borja Rueda. ¿Cuánta parte de tu victoria es también mérito suyo?

El mérito de ganar Eurovisión está repartido entre todos. Sergio hizo un trabajo increíble con la puesta en escena. Recordaba la escenografía que hizo para Bambie Thug (Irlanda) el año pasado en Malmö, fue algo que se me quedó en la memoria. Mi equipo y yo decidimos escribirle para ver si quería encargarse de mi actuación. Le mandamos la canción y él nos devolvió una presentación en PowerPoint completa con cómo quería que se viera todo: cámaras, pantallas LED… luego sumó a Borja para ayudarme a moverme de forma más elegante. Actuaba de pie, así que los movimientos tenían que lucir bien, había que ver donde poner la luz... cositas así. Y fue un placer trabajar con el equipo español.

¿De quién fue la idea de presentar una actuación completamente en blanco y negro? ¿Fue propuesta directa de Sergio Jaén?

Sí, fue idea de Sergio. Nos dijo que quería hacerlo todo en blanco y negro para que transmitiera más emociones y para que la gente se sintiera como viendo un cortometraje, no una actuación de Eurovisión. Y desde el primer momento nos encantó la idea. Nos alegramos mucho de que lo propusiera.

¿Pensaste al principio que podía ser algo arriesgado para Eurovisión, o te convenció al 100% desde el inicio?

Sí, claro que era arriesgado. Parecía más una película que una actuación típica de Eurovisión como la que hizo para Erika Vikman (Finlandia), que se movía y conectaba con el público. Por supuesto que era un riesgo grande, pero estábamos dispuestos a asumirlo y al final valió la pena.

España al menos debería haber quedado en el top-15, incluso top-10. Fue una gran actuación

La realidad es que fue una actuación memorable, como así lo consideraron los jurados y el público finalmente. ¿Cómo viviste las votaciones? No solo la pantalla dividida, sino todo el proceso.

Fue muy intenso. Yo era uno de los favoritos [en las apuestas] para ganar este año, así que ser consciente de que la gente nos iba dando los 12 puntos fue una locura. Empezó un país, luego otro, y pensé: 'Wow, pues al final era verdad'. Y luego, cuando empezaron con los votos del público, desde el final de la tabla hasta el principio... fue eterno. Todos estábamos pensando: '¡Por favor, que den ya los puntos!'. Está todo muy borroso, ni siquiera recuerdo muchos detalles de esa noche.

Independientemente de tu victoria, ¿qué fue lo que más te sorprendió de los resultados finales de Eurovisión 2025? Varios favoritos quedaron más abajo de lo esperado, ¿te pareció una tabla final justa?

Me sorprendió mucho. Por ejemplo, Hallucination de Dinamarca era de mis canciones favoritas y solo recibió dos puntos [del televoto]. Me chocó muchísimo, pero al final todos hicieron un trabajo increíble, lo dieron todo sobre el escenario, y pueden estar orgullosos. No todos los participantes llegan a la final de Eurovisión, así que estar allí ya es un logro enorme.

En tu visita a 'La Revuelta' descubriste que España quedó 24ª de 26 con Melody. ¿Te sorprendió?

Sí, no sabía que España había quedado tan abajo, pero la verdad es que no recuerdo ni cómo quedó la tabla completa. En el momento no sabía quién aparecía a la izquierda o a la derecha en pantalla, porque estaba muy tenso esperando saber mis puntos y pensando en que Austria podía ganar. Cuando ganamos, ya no fui consciente de en qué puesto estaba cada país.

En España muchos piensan que no fue un resultado justo Melody, que merecía más. ¿Qué puesto crees que habría sido acorde para 'Esa Diva'?

Yo creo que España al menos debería haber quedado en el top-15, incluso top-10. Fue una gran actuación. España siempre manda artistas muy buenos a Eurovisión. Con Chanel, por ejemplo, fue espectacular, se nota que al público español le gustan las grandes divas con mucho show. Fue una sorpresa que no se recibiera mejor, pero seguro que el año que viene quien vaya lo hará muy bien también.

¿Quizás Eurovisión ya no premia tanto a las divas, sino a otros estilos como hemos visto en los últimos tiempos?

Sí, probablemente. Es algo que cambia cada año, está evolucionando. Y eso también me da curiosidad, estoy deseando ver hacia dónde va el año que viene.

En 'La Revuelta' también comentaste que no habías tenido mucha relación con Melody en Basilea. ¿Cómo fue el ambiente allí? ¿Fue fácil para vosotros compartir tiempo con los artistas de otros países?

Sí, fue muy agradable y fácil hablar con todos. Teníamos un espacio llamado 'zona desconectada' y allí estaban los camerinos. No teníamos tele, cámaras ni los móviles estaban permitidos. Fue algo muy bueno, ya que todos podíamos hablar. Antes de salir al escenario, esperábamos en fila, y todos íbamos saludándonos. Hablé con todo el mundo allí: con Melody, con Miriana de Malta, con Gaja de Polonia… allí podíamos comentar todos y había muy buena energía siempre.

¿Has hecho amigos en Eurovisión? ¿Sigues en contacto con algunos?

Sí, hice amistades, y me he dado cuenta de que no son mis amigos solo para el concurso, sino para toda la vida. Ellos son Sissal de Dinamarca, Kyle Alessandro de Noruega y Miriana de Malta.

Este año se centraron mucho en la salud mental, que es importantísima. Cuidarnos entre todos y poner atención especial en la salud mental era clave

Con tu victoria sobre Israel, muchos consideran que salvaste Eurovisión. ¿Lo sientes así?

La verdad es que en ese momento no estaba muy pendiente porque tenía que volver a cantar, y lo tengo todo borroso. El móvil me explotaba con mensajes, así que ni sabía lo que estaba pasando en ningún sitio. Pero es un honor que a toda Europa le haya gustado mi canción y haya confiado en Wasted Love. Ganar fue un logro enorme para mí.

Que digan de ti que has salvado el festival es algo muy grande, ¿no?

Sí...

En redes sociales hay muchos vídeos de gente de toda Europa reaccionando a esa pantalla dividida entre la representante israelí, Yuval Raphael, y tú, con reacciones eufóricas...

¿De verdad? No los he visto. No he tenido tiempo, he estado demasiado ocupado, pero tengo muchas ganas de verlos. Y más aún de que el año que viene sea la 70º edición de Eurovisión en Austria. Ya fuimos anfitriones en la 60º después de la victoria de Conchita Wrust. ¿Quién puede organizar el festival cada 10 años? ¡Queremos hacer una gran fiesta!

Ya te pronunciaste de manera contundente sobre Israel tras ganar Eurovisión, y dijiste que no hablarías más del tema tras las críticas recibidas en tu país. ¿Callar no es una forma de darles poder?

Ya hice un comunicado sobre esto. Ahora estoy enfocado en mi carrera musical, que es lo que mejor sé hacer: hacer música, cantar... y estoy deseando volver a Eurovisión el año que viene en casa, aunque no sé aún en qué rol: quizá como presentador, en un interval act, en un número de apertura… ya veremos de qué forma. Pero tengo muchas ganas también de sacar música nueva.

Desde que terminó Eurovisión 2025 se ha abierto debate [desde algunas televisiones públicas] sobre varios asuntos, no sólo sobre Israel y la política sino también sobre el sistema de votación. El año pasado, de hecho, Nemo dijo que Eurovisión “estaba roto” y “tenían que arreglarlo”. ¿De qué manera podría arreglarse? ¿Cuál es tu opinión sobre toda esta situación?

Cada año trabajan [desde la UER] en diferentes cosas. Este año se centraron mucho en la salud mental, que es importantísima. Porque [Eurovisión] es un momento de muchísimo estrés, con cientos de millones de personas viéndonos desde casa, así que cuidarnos entre todos y poner atención especial en la salud mental era clave. Hicieron un gran trabajo con eso, y estoy seguro de que Austria el año que viene lo hará muy bien también en los aspectos que quieran mejorar. Siempre están tratando de que todo funcione mejor, de que todo el mundo esté satisfecho con todo, y veremos lo increíble que será el espectáculo del año que viene.

¿Sientes que los artistas estuvisteis bien cuidados en esta edición?

Sí, nos cuidaron mucho este año. Todo el mundo estaba relajado y fue bonito ver que no había tensión, sólo estábamos disfrutando de actuar delante de millones de personas. Esta era la actuación de nuestras vidas, así que fue muy bueno que la salud y el bienestar mental de todos estuviese bien cuidado.

¿Crees que es posible que Eurovisión vuelva a ser lo que era, centrado en la música sin toda esta tensión política?

Eurovisión empezó siendo un concurso musical, y creo que sigue siendo una competición sobre música. Me encanta ver cada año qué música nueva viene de cada parte del mundo, ya que todos aportan algo: una melodía, un estilo musical… me encanta que haya tanta diversidad. Es importante tener una mente abierta y aceptar todo tipo de propuestas.

Como hizo Loreen, ¿te plantearías volver a Eurovisión en el futuro como participante?

¡Dios mío! Por ahora no tengo planes de volver a Eurovisión. Quiero continuar construyendo una carrera internacional en el pop y estoy dedicando todo lo que tengo para lograrlo.

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