'Dog House' se emocionó por partida doble gracias a Herminia, y sufrió junto a Mercedes por el final de Laika

Herminia y Mercedes, en la quinta entrega de 'Dog House'

Redacción verTele

Dog House emitió la noche de este martes 12 de agosto su quinta entrega en La 1, que volvió a ser líder de audiencia. El programa de RTVE conducido por Chenoa, que como hemos explicado abre la oportunidad a la cadena pública de convertirlo en otro Grand Prix; volvió a vivir una noche de emociones al conocer a los adoptantes, y sobre todo al ver y conocer las historias de los perros adoptados. Aunque en este caso, también se sufrió.

El caso más emotivo fue el protagonizado por Herminia, que acudió al programa buscando un perro al que le gustase andar con ella. Los expertos y cuidadores, viendo su carácter, le propusieron encontrarse con dos perras que eran madre e hija, y que llevaban un tiempo en el albergue tras llegar juntas después de en teoría ser abandonadas por no poder seguir criando.

Al principio, la cara de Herminia fue un poema, dejando claro que ella venía a por un perro. Las expertas le quitaron responsabilidad, le explicaron que era mejor separarlas y que tuviesen un hogar a que estén juntas pero siempre en el albergue, y le propusieron conocerlas para ver con cuál de las dos conectaba más. Y entonces se produjo el encuentro con Vera y Luna:

Esa toma de contacto fue inicialmente mejor con la hija, que no paraba de acercarse a Herminia y subirse a jugar con ella mientras la madre estaba más a su aire. Pero al final las dos acabaron jugando y corriendo con la mujer, por lo que cambió de planes: “La verdad es que venía con la idea de uno, pero madre e hija... y tener que separarlas... me quedo con las dos”.

Los cuidadores, que celebraron en el mismo momento la decisión, explicaron luego que las adopciones dobles son muy poco frecuentes, poniendo en especial valor lo que había hecho Herminia.

Se rompió el corazón con Mercedes y Laika

Otro de los casos de la noche rompió el corazón de todos los espectadores, sobre todo el de Mercedes. La mujer de casi 80 años buscaba un perro para vivir juntos hasta el final, y acudió junto a los que en realidad son sus sobrinos, pero la tratan como a su abuela.

El flechazo surgió con Laika, que acabó corriendo con ella por todo el jardí, jugando y dejándose acariciar. Así que fue adoptada e inició su nueva vida. Pero en el repaso a las historias que el programa hace para ver cómo van en las semanas posteriores, Mercedes explicó que había surgido un grave problema:

“Llevamos a Laika al veterinario porque tenía un bultito, y determinaron que la tendrían que operar para quitarle ese bultito. Cuando la operaron se dieron cuenta de que esta perrita iba a tener más tumoraciones. La veterinaria de la protectora pensó que sería mejor que se quedara con ellas, porque así le harían un seguimiento, estaría cuidada. Decidimos que, de momento por lo menos, Laika no iba a quedarse conmigo. Yo me quedé bastante mal porque ya hace tiempo que quiero tener un perrito”.

La mujer, visiblemente afectada, concluyó: “No pierdo la ilusión a pesar de lo que me ha pasado con Laika de tener un perrito para que pueda complementar mi vida, que tengo una vida muy agradable, y él podría participar en esta casa y con mi familia de mucho cariño, de mucho amor”.

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