Especial

El lío de Ryan Murphy a Netflix que explica la proliferación de sus 'American Stories'

Ryan Murphy, con un premio Emmy en la mano

Pedro Zárate

Haciendo un repaso a su carrera, se puede decir que Ryan Murphy apenas ha parado de trabajar desde que se diera a conocer a finales de los 90 como creador, guionista y productor de la ficción adolescente Popular. De aquello hace ya dos décadas, y desde entonces el de Indiana ha ido a estreno televisivo por año... como mínimo. La única excepción es el año 2002, donde no estrenó nada. Pero ni siquiera aquellos 12 meses fueron en balde. Más bien al contrario, porque Murphy los dedicó a dar forma al primer gran éxito de su carrera: la serie Nip/Tuck, estrenada por FX en 2003.

Aquel drama sobre dos cirujanos plásticos y sus desenfrenadas vidas personales supuso un antes y un después para la carrera del productor. Porque Nip/Tuck colocó por primera vez el nombre de Ryan Murphy entre lo más granado de la temporada televisiva de premios, sobre todo en unos Globos de Oro que en 2005 premiaron su serie por delante de clásicos contemporáneos como Perdidos, Los Soprano, 24 y Deadwood. Pero, sobre todo, aquella serie no solo fue importante para que nuestro protagonista se hiciese oír dentro de la competitiva industria estadounidense, sino también para que su camino se cruzara con el de 20th Century Fox Television, la compañía que acabaría marcando su carrera profesional.

El vacío legal en el acuerdo de Ryan Murphy con Netflix

Después de emitir Nip/Tuck en FX, Fox fue apostó por Glee (emitida en Fox) y American Horror Story (emitida por FX), aún hoy los dos títulos por excelencia de la factoría Murphy. Después le seguirían ficciones como Scream Queens (Fox), Feud (FX) y Pose (FX), otras más convencionales como 9-1-1 y su reciente spin-off, Lone Star (ambas para Fox) y una serie derivada de American Horror Story, la también antológica y aplaudida American Crime Story (FX). Todas ellas asociadas de una u otra manera con el nombre de Ryan Murphy.

Con semejante historial de colaboraciones a lo largo de dos décadas, la noticia de que el productor abandonaba Fox a principios de 2018 para firmar un contrato de cinco años y 300 millones de dólares en exclusiva con Netflix cayó como una bomba dentro de la industria hollywodiense. No solo porque suponía el teórico fin de una de las relaciones televisivas más prolíficas del presente siglo, sino también un cambio de paradigma en favor de la 'N' roja, que solo unos meses antes había fichado a golpe de talonario a otra productora de altura: la celebérrima Shonda Rhimes. Sin embargo, aquel acuerdo no acabó con la relación Murphy-Fox, solo la situó en un nuevo y peculiar escenario. Uno que ha salido a relucir más que nunca en los últimos días.

La semana pasada, medios norteamericanos como Variety se hicieron eco de que FX había dado luz verde a dos nuevos títulos del 'Murphyverso': American Sport Story y American Love Story, además de a una nueva temporada de la franquicia American Crime Story (Studio 54). La pregunta era inevitable: ¿Cómo es posible que Ryan Murphy siga desarrollando nuevos proyectos fuera de Netflix si tiene un contrato en exclusividad para desarrollar proyectos con el gigante del streaming?

La respuesta es muy sencilla. En el contrato entre ambas partes hay un vacío legal que permite a Murphy seguir haciendo series lejos de Netflix siempre y cuando estas series sean spin-offs o nuevas temporadas de títulos creados antes de la firma del acuerdo. “Vamos a tener tantos proyectos con él durante los próximos años que, si bien creará cosas nuevas para Netflix, seguirá trabajando en varias series”, ya avanzó entonces Dana Walden, en aquella época CEO de Fox Television Group y ahora jefa de entretenimiento de Walt Disney Television. “Durante más de 15 años hemos disfrutado de una asociación sobresaliente con Ryan Murphy y esperamos continuar esa relación en nuestras cuatro series bajo su liderazgo”, dijo en la misma línea John Landgraf, CEO de FX Networks, en relación a American Horror Story, American Crime Story, Pose y Feud.

Por tanto, se sabía desde el principio que Murphy iba a poder seguir involucrado en las nuevas temporadas de estas series mientras trabajaba en sus primeros proyectos originales para Netflix, entre los que se encuentran las series The Politician, Hollywood, Ratched y Halston -de las cuales ninguna ha enamorado a la crítica, precisamente- las películas The Prom y Los chicos de la banda y los documentales A Secret Love y Circus of Books.

La verdadera noticia, y de la que ahora acabamos de ser plenamente conscientes tras el anuncio de FX, es que el acuerdo de Murphy con Netflix no es tan “exclusivo” como parecía en un principio como consecuencia del vacío legal antes comentado. Básicamente, porque este agujero contractual permite que cualquier serie antológica titulada bajo el esquema “American + temática de la serie + Story” sea considerada una ficción derivada o spin-off de la veterana American Horror Story, aunque nada tenga que ver con ella a nivel de contenido. Vamos, que bajo ese encabezamiento Murphy puede hacer casi cualquier tipo de serie que le plazca para FX a pesar de su multimillonario contrato con Netflix, como ya ha ocurrido con la inminente American Horror Stories, también posible gracias a este vacío legal.

Ryan Murphy mete un gol a Netflix

Salvando las distancias, esta situación recuerda a la que el creador de Watchmen, Alan Moore, vive con DC desde la publicación de su revolucionario cómic a mediados de los 80. Entonces, la editorial se comprometió a devolver los derechos de la obra a Moore y el dibujante Dave Gibbons cuando dicha obra “se agotara”, según declaró el primero en una entrevista en 2012. El problema para Moore es que DC nunca ha permitido que Watchmen se agote y desaparezca de las tiendas de cómics, algo que ha conseguido a base de continuas reimpresiones y nuevos formatos de edición, coleccionables, así como una serie de precuelas (Antes de Watchmen), una secuela (El reloj del juicio final) y hasta una maxi-serie centrada en uno de los personajes principales del cómic (Rorscharch). Ninguna de ellas escritas por Moore, claro está, pero todas publicadas por DC con el fin de seguir manteniendo los derechos de uno de los cómics más vendidos y aplaudidos de toda su historia.

Pero al contrario que en el caso de Moore, en el de Murphy sí es el creador el que ha ganado la partida a la gran compañía. Porque Netflix desembolsó 300 millones de dólares en 2018 por una falsa “exclusividad” de cinco años y él, en cambio, continúa dando sus proyectos más jugosos, los 'American Story', a su querida FX. Con razón hay quien le considera 'el rey de la televisión' en Estados Unidos.

Los nuevos proyectos de Ryan Murphy fuera de Netflix

  • American Horror Stories: este próximo 8 de septiembre, Disney+ (Star) trae a España este spin-off de American Horror Story que cuenta, entre otros, con la participación Matt Bomer y Danny Trejo en su reparto. La serie consta de siete episodios y presenta una historia de terror diferente en cada uno de ellos.
  • American Horror Story: Double Feature: dos semanas después, el 22 de septiembre, Disney+ (Star) también estrenará la décima temporada de American Horror Story, que además de clásicos de la franquicia como Sarah Paulson, Evan Peters y Kathy Bates, ha incorporado para esta ocasión al mismísimo Macaulay Culkin. Como es habitual en AHS, los nuevos capítulos llegan bajo un gran secretismo en lo que a sus tramas se refiere, aunque los avances compartidos hasta ahora adelantan que la temporada se dividirá en dos partes (Red Tide y Death Valley) que ahondarán en los horrores de la tierra y el mar con alienígenas de por medio.
  • American Crime Story: Impeachment: tras narrar el juicio de O.J. Simpson y el asesinato de Gianni Versace, la tercera temporada de American Crime Story se centrará en el affaire de Bill Clinton y Monica Lewinsky a finales de los 90. Clive Owen será el encargado de interpretar al entonces presidente de Estados Unidos, mientras que Beanie Feldstein dará vida a su asistenta. Aún sin fecha de estreno en España, lmpeachment verá la luz en FX el 7 de septiembre.
  • American Sport Story: como su propio nombre indica, esta serie antológica en fase inicial ahondará en eventos y figuras claves del mundo del deporte. El elegido para la primera temporada ha sido el jugador de fútbol americano Aaron Hernandez, del que se repasará su ascenso y caída, desde su etapa en los New England Patriots hasta su suicidio en prisión, donde cumplía cadena perpetua por un asesinato.
  • American Love Story: la segunda de las nuevas 'American Story' encargadas la semana pasada por FX es esta serie antológica sobre diferentes parejas famosas y lo que éstas escondían tras los focos. La primera que se repasará será la formada por John F. Kennedy Jr, hijo del presidente estadounidense John F. Kennedy, y Carolyn Bessette-Kennedy, de gran popularidad en los Estados Unidos de los 90 . La serie ahondará en las luces de la pareja, pero también repasará los problemas que pasaron sus miembros antes de su trágico final.
  • American Crime Story: Studio 54: la cuarta temporada de la franquicia American Crime Story se centrará en la famosa discoteca neoyorquina Studio 54 y en sus dos dueños, Steve Rubell e Ian Schrager, que allá por finales de los 70 convirtieron su céntrico local en el lugar de referencia de la vida nocturna. Sin embargo, después de tres años de música, sexo, drogas y mucho desenfreno, ambos fueron detenidos por fraude fiscal. La serie repasará su turbulenta vida.
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