'MasterChef' desgarró con la expulsión de uno de los más queridos y proclamó a sus cincos semifinalistas
Noche triste en MasterChef 12+1 con la expulsión de uno de los aspirantes más queridos de la edición: Emilio. El joven tuvo que dejar su delantal al reproducir un postre totalmente distinto al que le pedían.
Aun así le aplaudieron por el esfuerzo y por el camino recorrido que ni él mismo imaginaba: “Nunca pensé llegar a un programa once”, confesó y agradeció la oportunidad, ante los aplausos de sus compañeros.
Con su salida, Bea, Ismael, Elena, Gabriela y Ana se convertían en semifinalistas de la temporada, tras cocinar con sus seres queridos y elaborar un menú para 50 comensales.
Primera prueba con el delantal dorado para Bea y el cocinado de Jordi con su madre
El jurado propuso a los aspirantes liberar tensiones con un juego musical, con la ayuda de Ruth Lorenzo. Para ello, escucharon sus voces a través de la cocina, con un plato libre preparado con el alimento que encontraron bajo una mini caja misteriosa y todas las técnicas aprendidas hasta ahora.
Además, todos ellos trabajaron con la ayuda de uno de sus seres queridos: Ismael con la de su mujer y su hija, Bea con su padre, Elena y Gabriela con sus maridos, Ana y Emilio con sus madres. La sorpresa fue cuando Jordi Cruz también se unió al reto con su madre.
Tras el cocinado, llegó el momento de la cata en el que los jueces valoraron positivamente el ceviche “jugoso” de Emilio, los arándanos “exquisitos” de Bea y el escabeche de limón de Ismael. En cambio, recibieron críticas el “raruno” de Gabriela, la banana flameada “poco espectacular” de Ana y el tartar “no acabado” de Elena.
Por todo ello, Pepe señaló a Bea y a Emilio como los dos mejores aspirantes de la prueba. Entre los dos, ella fue la escogida para el primer puesto ganando un triple premio: un horno para seguir cocinando en casa, el delantal dorado y convertirse en semifinalista.
Prueba de exteriores con las tres primeras semifinalistas
Los aspirantes y el equipo se desplazaron hasta Alicante, Capital Española de la Gastronomía 2025. Allí quisieron rendir tributo a la cocina alicantina cocinando un menú de cuatro platos creados por el chef Joaquín Baeza, para 50 vecinos y personalidades de la zona.
Bea fue la encargada de formar los dos equipos: el rojo formado por Gabriela, Elena y ella misma, y el azul compuesto por Emilio, Ismael y Ana. Ninguno de los equipos tuvo capitán, por lo que facilitaron que todos brillaran... o no.
Acabado el tiempo, los jueces valoraron individualmente a cada uno. Ismael tuvo un gran fallo con sus platos “pasadísimos”, Ana tampoco logró los matices de sabores. Las rojas gestionaron bien la organización y su arroz “triunfó” entre los comensales.
Ante tal éxito, el ganador fue el equipo rojo y Elena, Gabriela y Bea se convirtieron en semifinalistas de la edición.
Prueba de eliminación con la salida de Emilio
Emilio, Ismael y Ana regresaron a las cocinas con el delantal negro para enfrentarse a la prueba de eliminación. En esta ocasión, los aspirantes descubrieron los secretos de la caléndula, una planta con usos medicinales y mágicos.
Tuvieron que reproducir un postre del pastelero Jordi Bordas, y así lo hicieron tanto Ana como Ismael, pero desde el principio Emilio dio señales de no poder seguir el reto. Tan desastroso estaba siendo su cocinado, que desde el balcón se decían los unos a los otros que se hicieron a la idea de que se marchaba él, muy a pesar de todos.
“Me da vergüenza y no se parece en nada al original”, lamentaba Emilio al presentar su mousse a los jueces. “Los sabores están”, dijeron al probarlo, pero también señalaron el “mérito” de hacer otra cosa totalmente con los mismos ingredientes. Para su desgracia, Ismael y Ana sí que clavaron sus reproducciones.
Por lo que, como era de esperar, Pepe sentenció: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Emilio”, zanjó ante la tristeza de todos los presentes.