'MasterChef' preocupó con la quemadura en la cara de un aspirante y una expulsión fuera de las quinielas

MasterChef 13 entró a su recta final con las espadas de la rivalidad por todo lo alto. Tanto que los movimientos de estrategia se vieron, sobre todo, en los duelos finales que acabaron con la expulsión de Chema. A pesar de haber tenido hasta tres oportunidades, y de batirse con Emilio, que muchos creían que tenía menor nivel culinario.

Tanta es la presión a la que están sometidos los aspirantes en estas últimas entregas que Ismael se “dejó la piel” literal en los exteriores, al quemarse la cara con el horno de vapor. Uno de los accidentes más aparatosos de la edición.

Todo ello en una noche en la que vivieron los robos, se desplazaron al restaurante Desde 1911 y protagonizaron unos duelos con platos del chef Eneko Atxa.

Primera prueba con el brillo de las enemigas

Para la primera prueba de la noche, el jurado tenía reservado a los aspirantes un clásico: los robos. En cada puesto encontraron una cesta con 15 ingredientes. Cada aspirante robó nueve ingredientes a un solo compañero, dejándole solo con seis productos para trabajar.

Para sorpresa de todos ellos, y por primera vez en la historia del programa, los robos se produjeron a la cara. Los mayores damnificados fueron Elena, Ismael y Bea, que aun así intentaron salir adelante con el reto. Aunque ni Elena, ni Ismael lo lograron.

En cambio, hubo tres aspirantes que sorprendieron a los jueces sacando el máximo partido a los pocos ingredientes que tenían: Bea, Ana y Chema. Pero entre los tres, las mejores fueron ellas.

Prueba de exteriores con el accidente de Ismael y la bronca de Chema y Bea

Los aspirantes se desplazaron hasta las cocinas del monasterio de Diego Murciego para reproducir un menú creado por él. Bea y Ana se convirtieron en las capitanas de cada equipo que formaron de la siguiente manera:

Bea se vistió de azul junto a Chema, Ismael y Emilio; mientras que Ana lució el rojo junto a Gabriela y Elena. Durante el cocinado se vivió uno de los momentos más críticos de la edición, cuando Ismael se quemó la cara con el horno de vapor. “Vete, vete, salte que estás rojo”, le dijeron los compañeros para que fuera a curarse.

Ismael volvió a las cocinas con quemaduras de primer y segundo grado, pero pudo continuar. Todo ello en un equipo en el que aumentó el conflicto entre Bea y Chema, sobre todo por dinamitar la moral de la capitana al cuestionar todas sus decisiones.

Todo ello provocó que su equipo perdiera la prueba y los jueces le mandaran a eliminación.

Prueba de eliminación con la expulsión de Emilio

Bea, Chema, Ismael y Emilio llegaron a las cocinas con los delantales negros e Ismael también con las quemaduras evidentes en la cara.

Los cuatro se enfrentaron a una de las pruebas más complejas: los duelos, con platos del chef Eneko Atxa. Chema fue el primero en seleccionar una campana de la que salió una yema trufada. Tras verla retó a Bea para batirse en duelo elaborando ese plato y perdió.

Bea subió a la galería y Chema continuó destapando campanas. Al ver una receta de emulsión escogió a Ismael para enfrentarse y también ganó el segundo.

El último duelo lo protagonizaron Chema y Emilio que descubrieron que su plato era un snack salado con lemon grass. Para sorpresa de muchos, el resultado de Emilio fue superior al de Chema y, a pesar de haber tenido una sola oportunidad para salvarse, acabó expulsando a Chema.

“Venía a ganar, pero estoy seguro de que esto me va a dar el empujón definitivo para dedicarme a cocinar” concluyó antes de irse totalmente agradecido por la oportunidad.