Gallego rescata al Tenerife en Cartagena de una derrota segura

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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El Tenerife desaprovechó la oportunidad de colocarse segundo con un empate inmerecido, vista la actitud con la que jugó en Cartagonova hasta que el gol de Álex Gallar le obligó a meter una marcha más. Hasta el 1-0, el grupo de Ramis llegó a tarde a todo –al partido, a las pugnas, a los balones divididos y a las coberturas– y sufrió la intensidad de un Cartagena que buscó los tres puntos en lo que su rival decidía si con uno le bastaba.

Sin el medio juego que solo encontró con los cambios y la superioridad que le dio la expulsión de Mo Dauda, el Tenerife se desempeñó especulativo y con aversión al riesgo. No encontró la diferencia que, sin Shashoua de salida, le deberían aportar Mollejo y Elady y renunció a discutirle la posesión al Efesé. Y cuando pudo hacerlo venía intoxicado por setenta minutos decepcionantes e impropios de lo que verdaderamente puede ofrecer.

El equipo de Luis Carrión puso la chispa y el empuje al que renunciaron los blanquiazules. Tiró la presión alta desde el arranque para obligar al Tenerife a jugarla directa cuando arrancaba desde Soriano y adelantó a Bodiger y Tejera para que tocaran veinte metros por delante de lo que sus pares. Con el campo ensanchado y el carril derecho abierto para David Simón, el Cartagena tuvo veinte minutos notables, cayendo en llegadas por dentro y por los costados.

Y sin medios que encimaran y segundas jugadas de color blanquinegro, llegaron las obligaciones para Soriano, respondiendo en el 10 a un zurdazo lejano de Tejera y un remate de Gallar. Solo dos después, Pablo desaprovechó otra pelota franca puesta de saque de esquina por Gallar y llegado el 21, otro remate, ahora de Mo Dauda, no cogió puerta por dentro después de una llegada por la izquierda que dejó solo ante Soriano al extremo local.

El Tenerife respondió a los golpes del Cartagena con un cabezazo de Gallego (m.14) y un tiro cruzado de Elady (m.22) en la única combinación con tino de los blanquiazules antes del descanso, luego de asociarse con Gallego y Mollejo. Un arranque de verticalidad en medio un fútbol plano, plano originado por la indisposición del Tenerife para discutir la posesión y el retraso con el que atendía cualquier exigencia ante la propuesta local.

Desabrochado en el remedo de presión que quiso y no pudo practicar, haciéndose larguísimo en el escalonamiento, no recibieron más castigo los de Ramis porque con León y Sergio en la cobertura acierta más que yerra en los balones cruzados o corrige las más de las veces cuando el peligro se aparece en las áreas.

Al regreso del entreacto, no movió ficha Ramis, no alteró su plan el Cartagena y volvieron los suyos con el mismo cuajo. Para entonces, por los flancos solo tuvo Elady una franca en el 54 –en su gesto preferido de arrancarse con una conducción por la izquierda y hacia dentro para armarse un tiro desde la esquina del área– mientras Corredera y Aitor seguían superados por Bodiger y Tejera.

Con todo, el gol local llegó tras un error de Sergio en la salida jugada. Optó por rifarla desde su zona, con los medios descolocados y en desventaja, para que Bodiger robara y armara una vuelta simple en la génesis del 1-0. Recuperación y pase al espacio a De Blasis, un toque corto del argentino a la carrera de Álex Gallar y una definición precisa luego de recortar a Corredera: tiro raso cruzado, imposible para Soriano, rebote en su poste derecho y balón adentro.

En desventaja, Ramis quitó a Aitor –desconocido en una tarde aciaga en la que llegaba con demora a los cruces– y a Rubén Díez –en su querencia frecuente a jugar hacia dentro para dejar sin ataque por los costados– y metió a Míchel y Shashoua. Lejos de algún arrebato letal, el inglés cuando menos chispó el ataque del Tenerife y obligó al resto a jugar veinte metros más arriba. Luego, con Moore por Mellot, ya con diez el Cartagena, sí propuso el Tenerife enganchado a su versión más deseable.

Fue aparecer el dinamismo y los ataques en superioridad que llegaron los dos avisos y el empate: antes un tiro manso de Mollejo tras combinar con Shashoua (m.65), luego un cabezazo de Enric Gallego que picó hacia fuera enfrentado sin marca al portero (m.83) y, en la definitiva, un espléndido control orientado de Moore para ponerla desde su sitio natural a la boca del área, donde no llegó Mollejo, pero sí Gallego con un remate de nueve para marcar y arreglar el resultado. Un zarpazo tardío, un regusto amargo, que retrata a un grupo hoy empeñado en un papel de actor secundario en una Liga de la que ya es actor principal.

(1) FC CARTAGENA: Marc Martínez; David Simón (Antoñito, m.76), Alcalá, Pablo, Silva; Tejera (Clavería, m.72), De Blasis (Ortuño, m.82), Bodiger; Gallar (Cayarga, m.72), Rubén Castro (Okasaki, m.72) y Mo Dauda.

(1) CD TENERIFE: Soriano; Mellot (Moore, m.76), Sergio (Sipcic, m.84), José León, Álex Muñoz; Rubén Díez (Michel, m.62), Aitor Sanz (Shashoua, m.62), Álex Corredera (Apeh, m.84), Elady; Mollejo y Enric Gallego.

GOLES: 1-0, Álex Gallar (m.59). 1-1, Enric Gallego (m.87).

ÁRBITRO: Iosu Galech Apezteguia (Comité Navarro). Expulsó a Mo Dauda por dos tarjetas amarillas (m.55 y m.77). Amonestó a Bodiger (m.90+5) y a los visitantes José León (m.24), Aitor Sanz (m.44) y Mellot (m.69).

INCIDENCIAS: Partido de la 19ª jornada de LaLiga SmartBank 21-22, jugado en el estadio de Cartagonova. 7.441 espectadores.