La nueva desaladora de Fonsalía, en Tenerife, dará servicio a 70.000 habitantes y liberará recursos para la agricultura local

El Gobierno de Canarias entregó este martes al Cabildo de Tenerife la desaladora de Fonsalía, sita en el municipio de Guía de Isora (sur de Tenerife), que dará servicio a unos 70.000 habitantes de la zona sur de esta isla y liberará nuevos recursos hídricos para la agricultura existente en la zona.

Al acto asistieron el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Narvay Quintero; el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso; el subdelegado del Gobierno en la provincia tinerfeña; Guillermo Díaz Guerra, y el alcalde de Guía de Isora; Pedro Martín, así como otros representantes insulares y municipales. También estuvieron representantes de los agricultores y del personal responsable de la gestión de las flamantes instalaciones.

Pedro Martín aseguró que se trata de una infraestructura muy necesaria. “La veníamos negociando con el Gobierno de Canarias y el Cabildo desde hace ya más de 10 años. La gran transformación de este municipio comenzó cuando encontramos galerías de agua y pozos, lo que supuso un cambio radical en aquel momento, pero el caudal actual es insuficiente. Por eso insisto en la importancia que tiene para los agricultores y ciudadanos de Guía de Isora, y de toda la comarca, la puesta en marcha de la desaladora como alternativa a la escasez de agua”, explicó el alcalde socialista.

Clavijo valoró la infraestructura como “un paso importante para mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales y atender las demandas sociales y las necesidades de la población y de sus productores”. Por su parte, Carlos Alonso se dirigió especialmente al sector agrario, uno de los principales afectados por la situación de sequía, y expresó su satisfacción por que “esta desaladora sea ya una realidad que nos permita encarar los próximos años con mayor optimismo”.

La presienta de Asaga, Ángela Delgado, dijo que esta gran obra es fundamental para la agricultura, y reivindicó que toda el agua que se pueda sacar de la desalación y se pueda aprovechar en el campo no tenga un sobrecoste para el agricultor, “de modo que sólo tenga que pagar el coste de elevación de esta hasta la zona de cultivo”.

El Ayuntamiento espera ahora que el Cabildo le entregue el paseo enfrente de la desaladora y la vía que comunica con la carretera general para poder señalizarla, acondicionarla e instalar iluminación en la zona, una vez se tengan los permisos necesarios.

Datos técnicos de la infraestructura

La nueva instalación dará servicio a unos 70.000 habitantes de la zona costera de los municipios de Guía de Isora y Santiago del Teide, y liberará nuevos recursos hídricos para la agricultura de la zona. Las obras que ha ejecutado la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, a través de su Dirección General de Aguas, finalizaron hace unas semanas, una vez concluido el obligado periodo de prueba de la instalación, previo a su entrega definitiva.

El periodo de pruebas de la Estación Desaladora de Agua de Mar (EDAM) se ha desarrollado mientras se instalaban y probaban los tres bastidores que la empresa se ha visto obligada a sustituir al haberse detectado ciertos problemas que ya han sido resueltos. Desde finales del mes de junio, esta instalación estaba funcionando de manera provisional para poder aportar al sector agrario de la zona un total de 2.000 metros cúbicos diarios de agua.

La desaladora tiene una capacidad para generar 14.000 metros cúbicos diarios de agua, en una primera fase, que se pueden aumentar hasta los 21.000 y 40.000 metros cúbicos en sucesivas ampliaciones. Las obras han supuesto una inversión de 16 millones de euros dentro del convenio en materia de obras hidraúlicas entre el Estado y Canarias (financiada con fondos europeos Feder y del Ministerio de Agricultura), y las pruebas indican que el agua resultante es de excelente calidad y con baja conductividad, lo que ha permitido su uso por parte del sector agrario durante estos meses.

El proceso de desalación incluye ocho pozos-sondeos para la captación de agua de mar a 62 metros de profundidad, equipados con bombas de 450 m/h cada una, además de un pretratamiento con tres filtros de arena y tres filtros de cartucho, con su correspondiente dosificación de reactivos químicos.

A ello se suma el proceso de desalación propiamente dicho con tres líneas gemelas para 4.667 m/día cada una, con tres bastidores con 336 membranas cada uno, cuatro bombas booster para 330 m3/h, 15 recuperadores de energía (cámaras isobáricas) y el correspondiente equipamiento auxiliar para el lavado químico y desplazamiento del interior de las membranas.

Completan la instalación un depósito de agua osmotizada y otro de agua producto, y un emisario submarino de evacuación de salmuera. El agua se traslada al depósito de cabecera, con 10.000 m de capacidad y a 167 metros de cota, mediante tres bombas que impulsan 390 metros cúbicos cada hora.