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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El ático satisfecho

Para él, vivimos en un paraíso sólo amenazado por la serpiente del ultragrancanarismo que anida en parte influyente de la dirigencia de esta isla. Tan influyente, oye, que apenas logró reunir cien personas en la concentración de Santa Ana a favor de la doble autonomía; las mismas que fueron al parque de Santa Catalina, a protestar por el posible pacto CC-PP. Comparen esta respuesta popular con la que tuvo la famosa manifestación santacrucera, promovida por ATI y su entorno, para impedir la creación de la Universidad de Las Palmas. Olvida nuestro satisfecho ático que aquella manifestación universitaria fue única en su especie, por cuanto no reinvidicaba algo para sí sino que buscaba impedirle a otra isla lograr sus aspiraciones. Si eso no le dice nada a la hora de distribuir con mejor tino dichetes de ultra, recuérdese que el partido que quiso imitar a ATI en sentido contrario (o sea, contra Tenerife), nunca obtuvo apoyo electoral en Gran Canaria; tan ultra ella.Olvida, cómo no, la astracanada del ayuntamiento de Santa Cruz cuando votó democráticamente que Colón no estuvo en Gran Canaria; sin que en esta isla nadie pusiera en duda que a Nelson lo mancó el cañón Tigre y ni ocurrírsenos que igual perdió el brazo afeitándose.Fuera de bromas: ignora el lector ático habitual que los poderosos grancanarios se arreglaron para sus negocios con ATI; y continúa su escalada de despropósitos hablando del anclaje grancanario en la división provincial de 1927.Olvida que de 1927 sólo habla El Día en plan de reivindicación editorial explícita y reiterada de la capitalidad única para Santa Cruz. El periódico santacrucero, el de mayor circulación, muestra una difusión creciente muy significativa en teoría de la comunicación gracias a sus ataques diarios a la isla que tanto odia. Estamos, por tanto, ante un ultrachicharrerismo de cuño ático con notoria presencia social y mediática sin equivalente grancanario, como a la vista está.La última, dentro de esa línea, fue atribuir las tribulaciones judiciales de Zerolo a conspiración canariona y no a cafrada caciquil, por decirlo suave.

Para él, vivimos en un paraíso sólo amenazado por la serpiente del ultragrancanarismo que anida en parte influyente de la dirigencia de esta isla. Tan influyente, oye, que apenas logró reunir cien personas en la concentración de Santa Ana a favor de la doble autonomía; las mismas que fueron al parque de Santa Catalina, a protestar por el posible pacto CC-PP. Comparen esta respuesta popular con la que tuvo la famosa manifestación santacrucera, promovida por ATI y su entorno, para impedir la creación de la Universidad de Las Palmas. Olvida nuestro satisfecho ático que aquella manifestación universitaria fue única en su especie, por cuanto no reinvidicaba algo para sí sino que buscaba impedirle a otra isla lograr sus aspiraciones. Si eso no le dice nada a la hora de distribuir con mejor tino dichetes de ultra, recuérdese que el partido que quiso imitar a ATI en sentido contrario (o sea, contra Tenerife), nunca obtuvo apoyo electoral en Gran Canaria; tan ultra ella.Olvida, cómo no, la astracanada del ayuntamiento de Santa Cruz cuando votó democráticamente que Colón no estuvo en Gran Canaria; sin que en esta isla nadie pusiera en duda que a Nelson lo mancó el cañón Tigre y ni ocurrírsenos que igual perdió el brazo afeitándose.Fuera de bromas: ignora el lector ático habitual que los poderosos grancanarios se arreglaron para sus negocios con ATI; y continúa su escalada de despropósitos hablando del anclaje grancanario en la división provincial de 1927.Olvida que de 1927 sólo habla El Día en plan de reivindicación editorial explícita y reiterada de la capitalidad única para Santa Cruz. El periódico santacrucero, el de mayor circulación, muestra una difusión creciente muy significativa en teoría de la comunicación gracias a sus ataques diarios a la isla que tanto odia. Estamos, por tanto, ante un ultrachicharrerismo de cuño ático con notoria presencia social y mediática sin equivalente grancanario, como a la vista está.La última, dentro de esa línea, fue atribuir las tribulaciones judiciales de Zerolo a conspiración canariona y no a cafrada caciquil, por decirlo suave.