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Los (y las) que pasaban por allí

España sufre una epidemia curiosa, pero muy peligrosa. Normalmente viene acompañada por el síndrome yo pasaba por allí.

Se trata de la amnesia generalizada. Comienza cuando una persona cercana (familiar, subordinado o compañero de trabajo o partido) es acusada de uno o varios delitos. Los síntomas son claros; nadie recuerda nada, nadie vio nada y nadie sabe nada. Aunque esté suficientemente acreditado que esa persona estaba en el lugar donde se cometieron los delitos no importa, dirá que no recuerda haber tenido ninguna relación con esa persona a la que usted se refiere, o negará haber presenciado o haber tenido conocimiento de cualquier tipo de irregularidad o delito.

Los que sufren esta epidemia son denominados los (y las) que pasaban por allí. Al parecer, estas personas creen que ostentar cargos con una gran responsabilidad o incluso el hecho de compartir lazos familiares con aquellos que ahora tienen que sentarse en el banquillo de los acusados no significa nada. Ellos (y ellas) estaban ocupados con otros asuntos o simplemente pasaban por allí (con suerte de lunes a viernes).

Un rasgo común de los (y las) que pasaban por allí es que nunca vieron nada y nunca oyeron nada irregular aunque existan pruebas de que así fue y de que estas personas ven y oyen perfectamente.

A algunos les da por esconderse en sus casas, a otros por rasgarse las vestiduras ante las cámaras de televisión (viva el show time), a otros les da por formatear cuarenta y tantas veces su disco duro, y otros, en menor medida, dimiten o son destituidos de sus cargos. Actos que no tienen por qué significar que esas personas ya no sufren de amnesia generalizada y mucho menos del yo pasaba por allí.

España sufre una epidemia curiosa, pero muy peligrosa. Normalmente viene acompañada por el síndrome yo pasaba por allí.

Se trata de la amnesia generalizada. Comienza cuando una persona cercana (familiar, subordinado o compañero de trabajo o partido) es acusada de uno o varios delitos. Los síntomas son claros; nadie recuerda nada, nadie vio nada y nadie sabe nada. Aunque esté suficientemente acreditado que esa persona estaba en el lugar donde se cometieron los delitos no importa, dirá que no recuerda haber tenido ninguna relación con esa persona a la que usted se refiere, o negará haber presenciado o haber tenido conocimiento de cualquier tipo de irregularidad o delito.