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El abrazo plateado (tentativa)

Apoteósico plano televisivo el que la tarde noche de este miércoles ofreció Tele 5 al mundo mundial en una reseña de la visita que el comité ejecutivo de las Cámaras de Comercio giró al presidente Aznar al día siguiente del efecto Zapatero. La información, en forma de cola, iba ofreciendo imáganes de los miembros de tal comité a los que iba saludando Aznar uno a uno. En esto, el presidente del Gobierno llega a la altura de un hombretón de plateada cabellera y negro bigote, que esboza su mejor sonrisa al tiempo que comenta algo cariñoso al jefe del Ejecutivo. Éste le corresponde con natural cortesía, momento que aprovecha el hombre de cabellera plateada para intentar su faena favorita, el abrazo del oso, consistente en varonil achuchón con taponazos en la espalda del contrario, como quien trata de arrancar una pipa de aceituna insultantemente incrustrada en algún conducto. Pero Aznar, que es cálido pero sin llegar a la calentura, le metió lo que comúnmente se llama retranca, y quedóse el hombre plateado con sus correspondientes ganas.

Apoteósico plano televisivo el que la tarde noche de este miércoles ofreció Tele 5 al mundo mundial en una reseña de la visita que el comité ejecutivo de las Cámaras de Comercio giró al presidente Aznar al día siguiente del efecto Zapatero. La información, en forma de cola, iba ofreciendo imáganes de los miembros de tal comité a los que iba saludando Aznar uno a uno. En esto, el presidente del Gobierno llega a la altura de un hombretón de plateada cabellera y negro bigote, que esboza su mejor sonrisa al tiempo que comenta algo cariñoso al jefe del Ejecutivo. Éste le corresponde con natural cortesía, momento que aprovecha el hombre de cabellera plateada para intentar su faena favorita, el abrazo del oso, consistente en varonil achuchón con taponazos en la espalda del contrario, como quien trata de arrancar una pipa de aceituna insultantemente incrustrada en algún conducto. Pero Aznar, que es cálido pero sin llegar a la calentura, le metió lo que comúnmente se llama retranca, y quedóse el hombre plateado con sus correspondientes ganas.