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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

El atentado de Argel

El candidato seguro no se cortó a la hora de sacar a relucir que estuvo en la lista de objetivos del MPAIAC (“Matar al godo Olarte”), que lo estuvo y así se lo hizo saber el comisario Conesa. Y encontró la horma del zapato cuando Cubillo le recordó que el ya fallecido Conesa fue, según él, uno de los responsables del atentado de Argel. Y siguió extendiéndose recordándole a Olarte que cuando sucedió ese atentado él (Olarte) era asesor del entonces presidente Adolfo Suárez. Si como se dice asesoraba en temas canarios es normal que supiera mucho de lo que ocurrió. El problema es que Conesa ya no está para contarlo. Resumiendo, que cuando intentaron asesinar a Cubillo, Olarte estaba en Belén con los pastores o hizo que lo pareciera. No estuvo muy fino tampoco cuando se afanó en demostrar que era un perseguido del régimen de Franco. Hombre, pelillos a la mar que dijo aquél, pero después de haber tenido que jurar fidelidad al dictador y acatar los principios del movimiento para tomar posesión de la Presidencia del Cabildo. Quizá faltó un pizquito de pudor. Una más.. no se vayan.

El candidato seguro no se cortó a la hora de sacar a relucir que estuvo en la lista de objetivos del MPAIAC (“Matar al godo Olarte”), que lo estuvo y así se lo hizo saber el comisario Conesa. Y encontró la horma del zapato cuando Cubillo le recordó que el ya fallecido Conesa fue, según él, uno de los responsables del atentado de Argel. Y siguió extendiéndose recordándole a Olarte que cuando sucedió ese atentado él (Olarte) era asesor del entonces presidente Adolfo Suárez. Si como se dice asesoraba en temas canarios es normal que supiera mucho de lo que ocurrió. El problema es que Conesa ya no está para contarlo. Resumiendo, que cuando intentaron asesinar a Cubillo, Olarte estaba en Belén con los pastores o hizo que lo pareciera. No estuvo muy fino tampoco cuando se afanó en demostrar que era un perseguido del régimen de Franco. Hombre, pelillos a la mar que dijo aquél, pero después de haber tenido que jurar fidelidad al dictador y acatar los principios del movimiento para tomar posesión de la Presidencia del Cabildo. Quizá faltó un pizquito de pudor. Una más.. no se vayan.