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Él en La Caja, con los fotógrafos

Mientras estas cosas ocurrían en Fedalime, Suárez Gil abandonaba precipitadamente la reunión de la comisión de comercio donde lo habían puesto bonito. Ni siquiera las quejas de las grandes superficies, hartas de que se gobierne solo, sirvieron para retenerlo más tiempo allí. Le llamaban otras obligaciones de mayor calado político y mediático: acudir a la sede central de La Caja para participar en la reunión que un grupo de empresarios mantenía con la entidad para tratar de desbloquear una operación crediticia que saque a la UD del borde del precipicio. Suárez Gil no pintaba nada allí, estamos en condiciones de afirmar, salvo por el nada despreciable hecho de que allí había prensa y fotógrafos que lo pudieran retratar apeándose del coche oficial que se ha puesto y dando la impresión de que lo controla todo. Pues no, miren ustedes por dónde, porque hasta donde alcanzan nuestras informaciones han sido el presidente Román Rodríguez y Luis Hernández los que han batido el cobre para que, por lo menos, haya empresarios dispuestos. Por la vía plateada puede haberse acercado algo el líder de la vía láctea, que ha pasado previamente su mirada por el Lomo del Drago, junto al Colegio Alemán, y luego por los ojos esquivos de Gonzalo Angulo, que participaba en la reunión en calidad de consejero del Cabildo y persona influyente en La Caja. O al revés.

Mientras estas cosas ocurrían en Fedalime, Suárez Gil abandonaba precipitadamente la reunión de la comisión de comercio donde lo habían puesto bonito. Ni siquiera las quejas de las grandes superficies, hartas de que se gobierne solo, sirvieron para retenerlo más tiempo allí. Le llamaban otras obligaciones de mayor calado político y mediático: acudir a la sede central de La Caja para participar en la reunión que un grupo de empresarios mantenía con la entidad para tratar de desbloquear una operación crediticia que saque a la UD del borde del precipicio. Suárez Gil no pintaba nada allí, estamos en condiciones de afirmar, salvo por el nada despreciable hecho de que allí había prensa y fotógrafos que lo pudieran retratar apeándose del coche oficial que se ha puesto y dando la impresión de que lo controla todo. Pues no, miren ustedes por dónde, porque hasta donde alcanzan nuestras informaciones han sido el presidente Román Rodríguez y Luis Hernández los que han batido el cobre para que, por lo menos, haya empresarios dispuestos. Por la vía plateada puede haberse acercado algo el líder de la vía láctea, que ha pasado previamente su mirada por el Lomo del Drago, junto al Colegio Alemán, y luego por los ojos esquivos de Gonzalo Angulo, que participaba en la reunión en calidad de consejero del Cabildo y persona influyente en La Caja. O al revés.