Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
El PSOE se conjura para no sucumbir al desconcierto por el futuro de Pedro Sánchez
CRÓNICA | Sin noticias de Sánchez (ni de Begoña Gómez). Por Esther Palomera
OPINIÓN | 'La multiplicación de la mentira'. Por Enric González

Censuran los 'grafitis' del istmo

Nos equivocamos, la verdad, cuando djimos que Pepa y su Pepe iban a dejar dormir el sueño de los justos a la operación del istmo. Creimos que imperaría la cordura y que, aprovechando otros acontecimientos, iban a aflojar un punto, pero no. Además de seguir con las pulseritas tan avergonzantes para todos, la alcaldesa parece haber montado una patrulla censora, que se lleva por delante lo del talante. Este jueves, por poner un ejemplo, hubo libertad en el Instituto Pérez Galdós, de Las Palmas, donde se permitió que unos jóvenes artistas grafiteros pintaran en el muro gris de la calle Tomás Morales. Uno de ellos escribió en la parte inferior de su trabajo una leyenda repetitiva en la que siete veces se leía “Ego istmo”. No llegaron a pasar ni 24 horas y apareció la censura en forma de cuadrilla municipal que, sobre cada palabra istmo, colocó un emplaste de color blanco. Qué curioso, manos blancas, emplastes blancos, democracia, terrorismo, contraterrorismo, y nosotros con estos pelos.

Nos equivocamos, la verdad, cuando djimos que Pepa y su Pepe iban a dejar dormir el sueño de los justos a la operación del istmo. Creimos que imperaría la cordura y que, aprovechando otros acontecimientos, iban a aflojar un punto, pero no. Además de seguir con las pulseritas tan avergonzantes para todos, la alcaldesa parece haber montado una patrulla censora, que se lleva por delante lo del talante. Este jueves, por poner un ejemplo, hubo libertad en el Instituto Pérez Galdós, de Las Palmas, donde se permitió que unos jóvenes artistas grafiteros pintaran en el muro gris de la calle Tomás Morales. Uno de ellos escribió en la parte inferior de su trabajo una leyenda repetitiva en la que siete veces se leía “Ego istmo”. No llegaron a pasar ni 24 horas y apareció la censura en forma de cuadrilla municipal que, sobre cada palabra istmo, colocó un emplaste de color blanco. Qué curioso, manos blancas, emplastes blancos, democracia, terrorismo, contraterrorismo, y nosotros con estos pelos.