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Contraprogramación en el quinto pino

También conocen en la sede central del PP, que la misma empresa de Roldós y Vulcan llegó a adeudar a la Seguridad Social 25.000 euros en concepto de seguros de los empleados de la dichosa terraza, lo que a cualquier mortal ya le estaría costando un disgusto del quince, con prohibición de acceder a subvenciones públicas y otras limitaciones que, como se ve, no alcanzan a la condición de diputado, que cobra del erario público. Y de director del 1-1-2, que también. Pero, en fin. Mientras paga lo que debe, Roldós se lanzó este martes a una nueva rueda de prensa sobre presupuestos, pero esta vez en Madrid, quizá pensando que allí la cosa tendría más bombo y platillo. Craso error. Al no haber salas disponibles en el Congreso de los Diputados por alta actividad (comisión del 11-M y demás), pidió pista en Génova, donde dijeron que las cosas de Parlamento han de ser en sede parlamentaria. Al final, Roldós, Matos y Sánchez Simón se mandaron a mudar a un hotel en el quinto pino a contraprogramar. Daba gusto verlos con tan poca audiencia.

También conocen en la sede central del PP, que la misma empresa de Roldós y Vulcan llegó a adeudar a la Seguridad Social 25.000 euros en concepto de seguros de los empleados de la dichosa terraza, lo que a cualquier mortal ya le estaría costando un disgusto del quince, con prohibición de acceder a subvenciones públicas y otras limitaciones que, como se ve, no alcanzan a la condición de diputado, que cobra del erario público. Y de director del 1-1-2, que también. Pero, en fin. Mientras paga lo que debe, Roldós se lanzó este martes a una nueva rueda de prensa sobre presupuestos, pero esta vez en Madrid, quizá pensando que allí la cosa tendría más bombo y platillo. Craso error. Al no haber salas disponibles en el Congreso de los Diputados por alta actividad (comisión del 11-M y demás), pidió pista en Génova, donde dijeron que las cosas de Parlamento han de ser en sede parlamentaria. Al final, Roldós, Matos y Sánchez Simón se mandaron a mudar a un hotel en el quinto pino a contraprogramar. Daba gusto verlos con tan poca audiencia.