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Un corrupto confeso y el representante de Anfi

Son unos miserables de la política que, con tal de reír la gracia al jefe, son capaces de hacer el más estrepitoso de los ridículos. Es tan extravagante decir que un socialista montó la trama eólica, que ni siquiera le ha seguido en el juego Coalición Canaria, lo que en estos tiempos que corren es de agradecer. Jorge Rodríguez, consultor de empresas, según su tarjeta de visita, es el único político que ha dimitido tras reconocer una actuación corrupta. Y ahí sigue. Manuel Fernández es consejero delegado de Anfi. Fue la mano derecha de Björn Lyng, y lo era en el momento en que el fallecido empresario noruego se llevó a Soria, el otro jefe de Manolo Fernández, a pescar salmón y a un concierto en Salzburgo. Ambos defienden intereses empresariales a la vez que representan a los ciudadanos en el Parlamento. No a todos, les aseguramos. Y del interés general, mejor ni hablemos.

Son unos miserables de la política que, con tal de reír la gracia al jefe, son capaces de hacer el más estrepitoso de los ridículos. Es tan extravagante decir que un socialista montó la trama eólica, que ni siquiera le ha seguido en el juego Coalición Canaria, lo que en estos tiempos que corren es de agradecer. Jorge Rodríguez, consultor de empresas, según su tarjeta de visita, es el único político que ha dimitido tras reconocer una actuación corrupta. Y ahí sigue. Manuel Fernández es consejero delegado de Anfi. Fue la mano derecha de Björn Lyng, y lo era en el momento en que el fallecido empresario noruego se llevó a Soria, el otro jefe de Manolo Fernández, a pescar salmón y a un concierto en Salzburgo. Ambos defienden intereses empresariales a la vez que representan a los ciudadanos en el Parlamento. No a todos, les aseguramos. Y del interés general, mejor ni hablemos.