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La denuncia que archivó el TSJC (IV)

“En un tormentoso y acalorado consejo de administración de Megaturbinas de Arinaga celebrado el 17 de noviembre de 2004, se decide no concurrir al concurso eólico a pesar de los trabajos preliminares realizados por los técnicos de esa compañía pública, particularmente del consejero don Francisco Cabrera, en esa dirección. Según el testimonio de don Miguel Jorge Blanco, por entonces presidente de la empresa pública Megaturbinas de Arinaga y vicepresidente del Cabildo que presidía don José Manuel Soria, en el juicio oral celebrado en Santa Cruz de Tenerife por los presuntos delitos de injurias y calumnias en el que resultó absuelto don Francisco Cabrera, ex empleado de Megaturbinas de Arinaga, (Procedimiento Abreviado nº 46/2008 del Juzgado de lo Penal nº Cuatro de Santa Cruz de Tenerife) don José Manuel Soria ordenó, a través de don Luis Larry Álvarez, que la sociedad pública abandonara su idea de invertir en el campo de vientos de Arinaga. En aquel consejo de administración, don Miguel Jorge Blanco solicitó un receso para evacuar consultas telefónicamente, y fue don Larry Álvarez quien le transmitió las instrucciones del señor Soria”.

“En un tormentoso y acalorado consejo de administración de Megaturbinas de Arinaga celebrado el 17 de noviembre de 2004, se decide no concurrir al concurso eólico a pesar de los trabajos preliminares realizados por los técnicos de esa compañía pública, particularmente del consejero don Francisco Cabrera, en esa dirección. Según el testimonio de don Miguel Jorge Blanco, por entonces presidente de la empresa pública Megaturbinas de Arinaga y vicepresidente del Cabildo que presidía don José Manuel Soria, en el juicio oral celebrado en Santa Cruz de Tenerife por los presuntos delitos de injurias y calumnias en el que resultó absuelto don Francisco Cabrera, ex empleado de Megaturbinas de Arinaga, (Procedimiento Abreviado nº 46/2008 del Juzgado de lo Penal nº Cuatro de Santa Cruz de Tenerife) don José Manuel Soria ordenó, a través de don Luis Larry Álvarez, que la sociedad pública abandonara su idea de invertir en el campo de vientos de Arinaga. En aquel consejo de administración, don Miguel Jorge Blanco solicitó un receso para evacuar consultas telefónicamente, y fue don Larry Álvarez quien le transmitió las instrucciones del señor Soria”.