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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Dinamizando que es gerundio

La verdad es que le profesamos una especial simpatía a Ezequiel Ramírez, el rey de la moda tropical y de la artesanía en peligro de extinción. Pero no podemos escondernos para recordar que en lo de los dinamizadores comerciales, criados y ensolerados por la vía plateada, ha estado torpón. Bien es cierto que ahora está tratando de arreglarlo, pero camina como un paquidermo porque sencillamente no se atreve a hacer público un comunicado en el que le diga al mundo entero que Mario Cáceres, el coordinador de los dinamizadores ?de claro matiz plateado-, le tomó el pelo por delante y por detrás. O se lo debe seguir tomando, porque lo destituye sin destituirlo, lo traslada sin trasladarlo, lo empura sin empurarlo? lo que nos lleva a concluir que estará a punto de elevarlo a los altares. El otro día tocó a rebato y convocó a los dinamizadores para confirmar que las cosas que contamos son ciertas. Y se lo confirmaron. Pero él, que es incrédulo, sigue preguntándose por las esquinas por qué hizo caso a Suárez Gil con este proyecto que se le va de las manos; por qué se dejó colar un chorro de agentes infiltrados de Fedalime; por qué no se están pagando las 186.000 chuchas por catorce prometidas, que le va a costar ir al Semac; por qué los dinamizadores tienen una categoría distinta al trabajo que desarrollan; por qué se aprovecharon a los dinamizadores para pedir el voto plateado, y por qué la vida es tan dura con él.

La verdad es que le profesamos una especial simpatía a Ezequiel Ramírez, el rey de la moda tropical y de la artesanía en peligro de extinción. Pero no podemos escondernos para recordar que en lo de los dinamizadores comerciales, criados y ensolerados por la vía plateada, ha estado torpón. Bien es cierto que ahora está tratando de arreglarlo, pero camina como un paquidermo porque sencillamente no se atreve a hacer público un comunicado en el que le diga al mundo entero que Mario Cáceres, el coordinador de los dinamizadores ?de claro matiz plateado-, le tomó el pelo por delante y por detrás. O se lo debe seguir tomando, porque lo destituye sin destituirlo, lo traslada sin trasladarlo, lo empura sin empurarlo? lo que nos lleva a concluir que estará a punto de elevarlo a los altares. El otro día tocó a rebato y convocó a los dinamizadores para confirmar que las cosas que contamos son ciertas. Y se lo confirmaron. Pero él, que es incrédulo, sigue preguntándose por las esquinas por qué hizo caso a Suárez Gil con este proyecto que se le va de las manos; por qué se dejó colar un chorro de agentes infiltrados de Fedalime; por qué no se están pagando las 186.000 chuchas por catorce prometidas, que le va a costar ir al Semac; por qué los dinamizadores tienen una categoría distinta al trabajo que desarrollan; por qué se aprovecharon a los dinamizadores para pedir el voto plateado, y por qué la vida es tan dura con él.