Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
El gran dilema de Sánchez. Por Esther Palomera
De Vox a Manos Limpias: una década de querellas como arma política
OPINIÓN | 'España es una serie'. Por Antón Losada

Jaime Martín pide un respetito

No nos duelen prendas en reconocer lo que haya que reconocer, y en este caso debemos reconocer que se nos fue un poco la mano en uno de nuestros comentarios del pasado lunes, en el que hablábamos de Chano Franquis, ex secretario general del PSC de Las Palmas de Gran Canaria, que vuelve cada viernes a casa -la agrupación local-, como los turrones por Navidad. Y para hacer mención a su carrera profesional en el grupo MYD nos referimos en ese comentario a un tal “ciudadano Croqueta”, con el que desafortunadamente quisimos identificar al propietario de ese grupo mediático. Este martes nos llamó con un sonoro cabreo Jaime Martín, que así se llama el interfecto, para pedirnos que dejemos de faltarle al respeto. Quisimos hacer un gracioso juego de palabras entre el ciudadano Kane de Welles y el propietario de la cadena de piscolabis Cristal, a la sazón empresario mediático. Y lo que nos salió no fue una gracia sino un churro de pescado. Le pedimos disculpas y lamentamos tener un sentido del humor tan rebuscado que, como es natural, no tiene por qué ser compartido por todo el mundo.

No nos duelen prendas en reconocer lo que haya que reconocer, y en este caso debemos reconocer que se nos fue un poco la mano en uno de nuestros comentarios del pasado lunes, en el que hablábamos de Chano Franquis, ex secretario general del PSC de Las Palmas de Gran Canaria, que vuelve cada viernes a casa -la agrupación local-, como los turrones por Navidad. Y para hacer mención a su carrera profesional en el grupo MYD nos referimos en ese comentario a un tal “ciudadano Croqueta”, con el que desafortunadamente quisimos identificar al propietario de ese grupo mediático. Este martes nos llamó con un sonoro cabreo Jaime Martín, que así se llama el interfecto, para pedirnos que dejemos de faltarle al respeto. Quisimos hacer un gracioso juego de palabras entre el ciudadano Kane de Welles y el propietario de la cadena de piscolabis Cristal, a la sazón empresario mediático. Y lo que nos salió no fue una gracia sino un churro de pescado. Le pedimos disculpas y lamentamos tener un sentido del humor tan rebuscado que, como es natural, no tiene por qué ser compartido por todo el mundo.