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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

JM Pérez y Paulino, inamovibles

Ya sabemos lo que quiere Soria, pero ¿qué quieren los actuales socios cuyos partidos sostienen el Gobierno de Canarias? Si preguntamos a José Miguel Pérez (PSOE) y a Paulino Rivero (CC), la respuesta es clara: el pacto goza de buena salud y nada lo va a perturbar por el momento. Pero tras el presidente Rivero y el vicepresidente Pérez hay dos organizaciones políticas que acaban de llevarse un tremendo zurriagazo electoral en forma de calamitosos resultados en las Generales. Ambas formaciones, para más enredar, celebrarán congresos en la primavera de 2012, y nadie se atreve en estos momentos a aventurar un pronóstico. Claro que este lunes era jornada de tribulaciones y no de pronosticar nada, pero en los dos partidos sostenían que mientras estén bajo el control de Rivero y de Pérez no habrá ningún acercamiento al PP. ¿Y si pierden el control? Desde luego los síntomas no son de férreas unanimidades. Escuchar a Ana Oramas quejarse de lo ocurrido y hablar de profunda renovación ante las barbas de Paulino Rivero ha sido interpretado en las filas nacionalistas en dos direcciones opuestas: a) Oramas planta cara a Paulino y b) Paulino ha asestado un golpe de muerte a la ATI profunda. Las dos pueden ser válidas, pero ambas denotan una profunda y preocupante división de imprevisibles consecuencias.

Ya sabemos lo que quiere Soria, pero ¿qué quieren los actuales socios cuyos partidos sostienen el Gobierno de Canarias? Si preguntamos a José Miguel Pérez (PSOE) y a Paulino Rivero (CC), la respuesta es clara: el pacto goza de buena salud y nada lo va a perturbar por el momento. Pero tras el presidente Rivero y el vicepresidente Pérez hay dos organizaciones políticas que acaban de llevarse un tremendo zurriagazo electoral en forma de calamitosos resultados en las Generales. Ambas formaciones, para más enredar, celebrarán congresos en la primavera de 2012, y nadie se atreve en estos momentos a aventurar un pronóstico. Claro que este lunes era jornada de tribulaciones y no de pronosticar nada, pero en los dos partidos sostenían que mientras estén bajo el control de Rivero y de Pérez no habrá ningún acercamiento al PP. ¿Y si pierden el control? Desde luego los síntomas no son de férreas unanimidades. Escuchar a Ana Oramas quejarse de lo ocurrido y hablar de profunda renovación ante las barbas de Paulino Rivero ha sido interpretado en las filas nacionalistas en dos direcciones opuestas: a) Oramas planta cara a Paulino y b) Paulino ha asestado un golpe de muerte a la ATI profunda. Las dos pueden ser válidas, pero ambas denotan una profunda y preocupante división de imprevisibles consecuencias.