Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Uno p’al talego; otro p’al banquillo

El destino es muy puñetero y ha querido que en un plazo de unos pocos días, apenas cinco, dos amigos íntimos que fueron se hayan convertido en noticia no forzada. No forzada por ellos, queremos decir. El ex presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, estará en estos momentos ingresando en prisión para cumplir la condena que le quedó en suspenso por encañonar a su ex esposa en uno de esos ataques de hombría que tenía (suponemos que se le habrán pasado ya) cuando descubría que había alguien más listo que él que, además, le plantaba cara. Suárez Gil ya puede ir pensando en portarse bien en prisión para acortar al máximo los dos años de condena. Contará con el valioso asesoramiento de su abogado, que no ha podido sin embargo convencerlo estos meses de la importancia de cumplir la orden de alejamiento que debió respetar junto al funcionamiento del mecanismo Cometa que le pitaba cada vez que se acercaba a la abogada Josefina Navarrete, su víctima. Por cierto, Suárez Gil ha vuelto a denunciarla por (atención) la desaparición de documentación custodiada en el domicilio conyugal. Una documentación, al parecer, perteneciente a sociedades al frente de las cuales colocó el Zorro Plateado a su ex esposa.

El destino es muy puñetero y ha querido que en un plazo de unos pocos días, apenas cinco, dos amigos íntimos que fueron se hayan convertido en noticia no forzada. No forzada por ellos, queremos decir. El ex presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, estará en estos momentos ingresando en prisión para cumplir la condena que le quedó en suspenso por encañonar a su ex esposa en uno de esos ataques de hombría que tenía (suponemos que se le habrán pasado ya) cuando descubría que había alguien más listo que él que, además, le plantaba cara. Suárez Gil ya puede ir pensando en portarse bien en prisión para acortar al máximo los dos años de condena. Contará con el valioso asesoramiento de su abogado, que no ha podido sin embargo convencerlo estos meses de la importancia de cumplir la orden de alejamiento que debió respetar junto al funcionamiento del mecanismo Cometa que le pitaba cada vez que se acercaba a la abogada Josefina Navarrete, su víctima. Por cierto, Suárez Gil ha vuelto a denunciarla por (atención) la desaparición de documentación custodiada en el domicilio conyugal. Una documentación, al parecer, perteneciente a sociedades al frente de las cuales colocó el Zorro Plateado a su ex esposa.