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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Con el PP detrás

La publicación de estos dos anuncios de Lyng tiene su paternidad, y está perfectamente localizada. Respetamos la iniciativa, faltaría más, pero para una mejor comprensión, acercamos a nuestros lectores qué actores tenemos en presencia. De entrada, se confirma que Manuel Fernández, diputado regional del PP y hombre fuerte de Anfi desde hace más de treinta años, alimentó ante Lyng el afán de atacar, la única manera que se le ocurrió para, de paso, calmar los ánimos de su otro jefe, José Manuel Soria, que ha tenido que recular vergonzosamente en la Operación Salmón al descubrir que estaba al borde de la prevaricación, como apuntó su escudero Larry Álvarez. Con Lyng cabreado y con Soria necesitando excusas, Fernández redactó (por decirlo de algún modo) el anuncio y lo comunicó a su jefe de partido. Por eso, desde el sábado lo sabían en el Cabildo, como publicaron en su hoja volandera los voceros del régimen, el mentado Larry Álvarez y el cada vez más frustrado Víctor Rodríguez Gago.

La publicación de estos dos anuncios de Lyng tiene su paternidad, y está perfectamente localizada. Respetamos la iniciativa, faltaría más, pero para una mejor comprensión, acercamos a nuestros lectores qué actores tenemos en presencia. De entrada, se confirma que Manuel Fernández, diputado regional del PP y hombre fuerte de Anfi desde hace más de treinta años, alimentó ante Lyng el afán de atacar, la única manera que se le ocurrió para, de paso, calmar los ánimos de su otro jefe, José Manuel Soria, que ha tenido que recular vergonzosamente en la Operación Salmón al descubrir que estaba al borde de la prevaricación, como apuntó su escudero Larry Álvarez. Con Lyng cabreado y con Soria necesitando excusas, Fernández redactó (por decirlo de algún modo) el anuncio y lo comunicó a su jefe de partido. Por eso, desde el sábado lo sabían en el Cabildo, como publicaron en su hoja volandera los voceros del régimen, el mentado Larry Álvarez y el cada vez más frustrado Víctor Rodríguez Gago.