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Un presidente cobarde

El problema de comunicación del Gobierno de Mariano Rajoy es que no existe estrategia informativa en el mundo que pueda ocultar la cobardía de un político. Porque Mariano Rajoy ?cada día se confirma con mayor nitidez- es un cobarde que se esconde de los periodistas, de las ruedas de prensa con preguntas, del debate parlamentario cotidiano? y que ahora se niega a someterse el tradicional debate del Estado de la Nación alegando que ningún gobierno hace eso el mismo año en que empieza su andadura. Una mentira más en su cada vez más grueso repertorio porque Rajoy tomó posesión en diciembre de 2011 y porque el único antecedente del que agarrarse se remonta a 1990, después de unas elecciones también adelantadas en 1989. Haya uno o mil antecedentes, la situación no permite ningún tipo de escaqueo parlamentario del presidente del Gobierno de España en una situación en la que los ciudadanos exigimos conocer toda la verdad, con sus luces y sus sombras, con los errores pasados y presentes, con las medidas a acometer y con las consecuencias con las que habremos de cargar entre todos para salir del atolladero.

El problema de comunicación del Gobierno de Mariano Rajoy es que no existe estrategia informativa en el mundo que pueda ocultar la cobardía de un político. Porque Mariano Rajoy ?cada día se confirma con mayor nitidez- es un cobarde que se esconde de los periodistas, de las ruedas de prensa con preguntas, del debate parlamentario cotidiano? y que ahora se niega a someterse el tradicional debate del Estado de la Nación alegando que ningún gobierno hace eso el mismo año en que empieza su andadura. Una mentira más en su cada vez más grueso repertorio porque Rajoy tomó posesión en diciembre de 2011 y porque el único antecedente del que agarrarse se remonta a 1990, después de unas elecciones también adelantadas en 1989. Haya uno o mil antecedentes, la situación no permite ningún tipo de escaqueo parlamentario del presidente del Gobierno de España en una situación en la que los ciudadanos exigimos conocer toda la verdad, con sus luces y sus sombras, con los errores pasados y presentes, con las medidas a acometer y con las consecuencias con las que habremos de cargar entre todos para salir del atolladero.