Ramírez se planta

Ya faltan pocos días para que se oficialice la designación de candidato a la presidencia del Gobierno por parte de Coalición Canaria, y los expertos vaticinan que la suerte todavía no está echada, si bien son más los cronistas que dicen que Adán Martín será elevado a los altares gracias a la división en el seno de Ican. De todas maneras, les aseguramos que las reuniones que faltan de aquí al sábado serán decisivas y que antes de eso no es bueno echar las campanas al vuelo. Ya les contaremos más adelante. Pero lo que sí está absolutamente claro es que Carmelo Ramírez, icánico de toda la vida, ya ha descolgado su relicario y ha extraído cuidadosamente de él la fotografía de José Carlos Mauricio. No tenemos constancia de que haya iniciado la primera sesión de vudú, pero sí que ha sido capaz de ponerse en plan O'Hara y jurar, poniendo a varias personas por testigos, que aunque sea su última contribución a la democracia y a la nacionalidad, jamás volverá a dar oxígeno a Pepe Carlos. O sea, que va a por él. Conociendo la actual debilidad política del interfecto o condenado y cómo se pone Ramírez cuando se calienta, lo mejor es alejarse un poco. Que salpican.

Ya faltan pocos días para que se oficialice la designación de candidato a la presidencia del Gobierno por parte de Coalición Canaria, y los expertos vaticinan que la suerte todavía no está echada, si bien son más los cronistas que dicen que Adán Martín será elevado a los altares gracias a la división en el seno de Ican. De todas maneras, les aseguramos que las reuniones que faltan de aquí al sábado serán decisivas y que antes de eso no es bueno echar las campanas al vuelo. Ya les contaremos más adelante. Pero lo que sí está absolutamente claro es que Carmelo Ramírez, icánico de toda la vida, ya ha descolgado su relicario y ha extraído cuidadosamente de él la fotografía de José Carlos Mauricio. No tenemos constancia de que haya iniciado la primera sesión de vudú, pero sí que ha sido capaz de ponerse en plan O'Hara y jurar, poniendo a varias personas por testigos, que aunque sea su última contribución a la democracia y a la nacionalidad, jamás volverá a dar oxígeno a Pepe Carlos. O sea, que va a por él. Conociendo la actual debilidad política del interfecto o condenado y cómo se pone Ramírez cuando se calienta, lo mejor es alejarse un poco. Que salpican.