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Roldós y Vulcan, condenados

Lo publicó en primicia este martes el diario Canarias7, que sigue teniendo la mejor sección de Tribunales de este lado del Atlántico: la diputada del PP por la provincia de Las Palmas Mercedes Roldós y su distinguido esposo, Francisco Hernández Vulcan, director del 1-1-2, han sido condenados por la Justicia en primera instancia a pagar 54.778,16 euros a una empresa de toldos. La deuda es viejísima, y data de cuando ambos, en compañía de otros socios, montaron una terraza de verano con muchas bendiciones del Ayuntamiento de Soria, provincia de Las Palmas. A aquella empresa les quedaron a deber una pasta, igual que a la Seguridad Social, de cuyo pago seguimos sin tener novedades. Cuando contamos aquí la noticia, ambos se pusieron de los nervios porque decían que eran asuntos privados que nada tienen que ver con la política. Y es cierto, lo único es que no queda fino eso de ser moroso y gestionar recursos públicos. O pretender gestionarlos. No hemos escuchado a Soria decir nada de dimisiones de dos cargos públicos condenados por morosos, en aplicación de las doctrinas peperas. Esperaremos porque, en honor a la verdad, la sentencia es recurrible.

Lo publicó en primicia este martes el diario Canarias7, que sigue teniendo la mejor sección de Tribunales de este lado del Atlántico: la diputada del PP por la provincia de Las Palmas Mercedes Roldós y su distinguido esposo, Francisco Hernández Vulcan, director del 1-1-2, han sido condenados por la Justicia en primera instancia a pagar 54.778,16 euros a una empresa de toldos. La deuda es viejísima, y data de cuando ambos, en compañía de otros socios, montaron una terraza de verano con muchas bendiciones del Ayuntamiento de Soria, provincia de Las Palmas. A aquella empresa les quedaron a deber una pasta, igual que a la Seguridad Social, de cuyo pago seguimos sin tener novedades. Cuando contamos aquí la noticia, ambos se pusieron de los nervios porque decían que eran asuntos privados que nada tienen que ver con la política. Y es cierto, lo único es que no queda fino eso de ser moroso y gestionar recursos públicos. O pretender gestionarlos. No hemos escuchado a Soria decir nada de dimisiones de dos cargos públicos condenados por morosos, en aplicación de las doctrinas peperas. Esperaremos porque, en honor a la verdad, la sentencia es recurrible.