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El templo de Añaza

La carta de Tomás Van de Walle contiene un único reproche hacia nuestros comentarios de este viernes. Un reproche que asumimos: en un lapsus invertimos la carga de la prueba y le deseamos que pudiera “demostrar su inocencia” en el proceso de instrucción en el que se haya inmerso como consecuencia del caso Jinámar. Lo que debíamos haberle deseado, y aprovechamos ahora para reiterarlo de modo correcto, es que las cosas le vayan bien. Y ya que se refiere al tempo “que todos conocemos”, volvemos a bucear en nuestro Servicio de Documentación y descubrimos que se debe tratar del edificio de la calle San Lucas, 35, de Santa Cruz de Tenerife, comprado en 1896 con las aportaciones de los miembros de la Respetable Logia Capitular de Añaza Doscientos Setenta. Los trabajos de reforma a que fue sometido este singular edificio se terminaron en el año 1922. Por cierto, el Boletín Oficial de Canarias publica precisamente este miércoles un anuncio del Cabildo tinerfeño por el que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de ese edificio. Así lo ha solicitado la logia a través de sus representantes Manuel E. Espiñeira Yanes y Jorge E. Domínguez Padrón.

La carta de Tomás Van de Walle contiene un único reproche hacia nuestros comentarios de este viernes. Un reproche que asumimos: en un lapsus invertimos la carga de la prueba y le deseamos que pudiera “demostrar su inocencia” en el proceso de instrucción en el que se haya inmerso como consecuencia del caso Jinámar. Lo que debíamos haberle deseado, y aprovechamos ahora para reiterarlo de modo correcto, es que las cosas le vayan bien. Y ya que se refiere al tempo “que todos conocemos”, volvemos a bucear en nuestro Servicio de Documentación y descubrimos que se debe tratar del edificio de la calle San Lucas, 35, de Santa Cruz de Tenerife, comprado en 1896 con las aportaciones de los miembros de la Respetable Logia Capitular de Añaza Doscientos Setenta. Los trabajos de reforma a que fue sometido este singular edificio se terminaron en el año 1922. Por cierto, el Boletín Oficial de Canarias publica precisamente este miércoles un anuncio del Cabildo tinerfeño por el que se incoa expediente de declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, a favor de ese edificio. Así lo ha solicitado la logia a través de sus representantes Manuel E. Espiñeira Yanes y Jorge E. Domínguez Padrón.