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Opinión - 'Sobre la mismidad de Sánchez', por Esther Palomera

Tormenta seca en el Ayuntamiento

Lo que parecía un tsunami ha sido en realidad tormenta seca. Al menos de momento. Las primeras consecuencias del XI Congreso Regional del PSC han sido absolutamente virtuales porque ni se ha reunido la nueva Ejecutiva para tomar decisiones ni se han cursado instrucciones de cualquier tipo que tengan que ver con la presencia socialista en las instituciones de Canarias. Pero en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde se respira desde el lunes un ambiente ciertamente fúnebre, alguien disparó los rayos y las centellas para que la prensa empezara a especular con una ruptura que, de producirse en algún momento, sólo tendrá su epicentro en un despacho muy concreto de la sexta planta que no es precisamente el del alcalde. Todos los cañones dentro de ese Ayuntamiento apuntan directamente a la cabeza de Néstor Hernández, contra el que parece haberse cursado orden de busca y captura con envasado posterior al vacío. Nadie tiene la autorización del alcalde Saavedra, aunque todos digan que cuentan con ella.

Lo que parecía un tsunami ha sido en realidad tormenta seca. Al menos de momento. Las primeras consecuencias del XI Congreso Regional del PSC han sido absolutamente virtuales porque ni se ha reunido la nueva Ejecutiva para tomar decisiones ni se han cursado instrucciones de cualquier tipo que tengan que ver con la presencia socialista en las instituciones de Canarias. Pero en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde se respira desde el lunes un ambiente ciertamente fúnebre, alguien disparó los rayos y las centellas para que la prensa empezara a especular con una ruptura que, de producirse en algún momento, sólo tendrá su epicentro en un despacho muy concreto de la sexta planta que no es precisamente el del alcalde. Todos los cañones dentro de ese Ayuntamiento apuntan directamente a la cabeza de Néstor Hernández, contra el que parece haberse cursado orden de busca y captura con envasado posterior al vacío. Nadie tiene la autorización del alcalde Saavedra, aunque todos digan que cuentan con ella.