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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Una pasajera vio a un policía entregar armas al secuestrador del avión

Mohammed Uld Abderramán no actuó solo. Al menos así se desprende de la versión sobre el secuestro del Boeing de Air Mauritanie ofrecida este sábado por el diario Le Monde, cuya corresponsal en Nuakchot asegura que una pasajera pudo ver cómo un policía mauritano entregaba en el aeropuerto al pirata aéreo un portafolio con las armas a cambio de varios billetes.

Por su parte, el periódico mauritano Talahil Hebdo aseguraba este viernes que cinco policías de la Comisaría especial de Policía de Mauritania habían sido emplazados el viernes para trasladarse a Nuadibú a un careo con una pasajera que también vio cómo Abderramán recibía algo de un policía al que podría reconocer si volviera a verlo.

Aunque la pasajera podría ser la misma, no obstante la versión que se ofrece de cómo habrían llegado las armas a Abderramán es algo distinta, pues le habrían sido entregadas en “un saquito de plástico” ('un sachet en plastic' en el original en francés).

Según el diario mauritano, la pasajera iba a desembarcar en Nuadibú, a donde, al producirse el secuestro, sólo pudo llegar desde Las Palmas de Gran Canaria en la mañana del viernes.

Subsiste la confusión sobre la identidad y nacionalidad del secuestrador, del que el consul mauritano en Canarias ha asegurado que, por su acento, podría ser de origen argelino o marroquí, pese a contar con documentos mauritanos.

Informaciones del mencionado diario Talahil Hebdo que citaba a la corresponsalía de la emisora televisiva Al Jazeera en Nuakchot incluso apuntaban hace unos días que Mohammed Uld Abderraman podría ser un hombre que en fechas pasadas tuvo problemas financieros en Mauritania.